POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Estos días, este sol de otoño, trae también la partitura del salmo que canta asomándose por la tapia de la casa de los hermanos Paca y Juan Domínguez Delgado, en los territorios en los que Ella se le recibe y se despide. Porque esta dama, esta reina a punto de ser coronada, principió haciéndose carne en junio para enrojecerse en octubre y cantar el pregón de la madurez de su fruto: “la granada”, que nos saluda ruborizada en su timidez para endulzarnos la vida.
Avanza el otoño y la tierra clama, pide e implora la lluvia que envíen los cielos. La sequía merma la producción de nuestros olivares. La aceituna se arruga y cae del olivo. Los embalses en la provincia de Badajoz están al 37,2% de su capacidad, el año pasado era del 51,3%. Dicen que habrá pérdidas para agricultores y ganaderos. Se levanta la veda, se escuchan disparos de escopetas y ladridos de perros, arañando un campo duro y seco, azuzado por este calor en estos días de otoño.