POR MARÍA ESPERANZA MORÓN GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE POZUELO DE ALARCÓN (MADRID)
Éste año se cumple el 30 aniversario de su fundación, y como en años anteriores la Hermandad Rociera de Pozuelo de Alarcón de Madrid ha realizado “el camino hasta la Aldea”, y allí, ha participado en todos los actos que se celebran para venerar a la Virgen del Rocío, la Blanca Paloma.
Los hermanos partieron de Pozuelo el miércoles 11 en autobús y coches particulares, hasta la casa de Hermandad en la aldea del Rocío. Al día siguiente, se trasladaron en autobús hasta el pueblo de Almonte y desde allí iniciaron el Camino. A pesar de las inclemencias meteorológicas, no dudaron en caminar junto a la carreta que tirada por bueyes portaba el Simpecado, teniendo que cubrirla en ocasiones con fuerte protección contra la lluvia.
Hasta llegar a la Aldea, anduvieron por sendas embarradas y encharcadas, convivieron con otras hermandades, rezaron a la Virgen, cantaron, bailaron, compartieron experiencias y bautizaron a los que este año hacían el Camino por primera vez. Cuando la lluvia cedía, se aprovechaba para reponer fuerzas y tomar la comida que la “carriola” de avituallamiento trasportaba.
Este año, debido a las inclemencias del tiempo, no pudieron acampar por la noche en el trayecto como hacen habitualmente, por el encharcamiento en que se encontraba el terreno, a causa de las fuertes lluvias caídas en estos días, viéndose obligados a dormir en la casa de Hermandad. Al día siguiente, tuvo lugar la presentación de los romeros a la Blanca Paloma, recibidos por la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz de Almonte, siendo un momento muy emotivo para todos los hermanos y en el que sonó el nombre de Pozuelo de Alarcón y su Hermandad por toda la Aldea.
Los actos continuaron a lo largo de los días siguientes, el sábado convivencia en la casa, rezo del ángelus, comida de hermandad, cánticos a la Virgen, baile y cante de sevillanas, visitas a la Blanca Paloma en su ermita, a otras hermandades, amigos y paseos por las calles, porque el tiempo ya lo permitió.
El domingo por la mañana, portando el Simpecado y demás símbolos de la Hermandad, la Junta Directiva y todos los hermanos partieron hacia la plaza del Real para asistir a la misa Pontifical, situando su Simpecado, junto a los de las otras hermandades formando el retablo del altar preparado para la celebración de la Eucaristía, concelebrada y presidida por el Obispo de Huelva.
Por la noche, a las 23 horas, portando el Simpecado y velas los hermanos partieron hacia el lugar donde previamente se concentraron todas las hermandades para el rezo del Rosario, que trascurre por las calles de la Aldea. Algunos hermanos asistieron al llamado “Salto de la Reja” en la que los almonteños sacan a la Virgen del templo para que despida a las diferentes hermandades que han asistido a venerarla en la Romería de Pentecostés, siendo un momento de máximo fervor cuando la Virgen del Rocío saluda y despide a cada una de ellas.
Los hermanos de la Hermandad y acompañantes hicieron el camino, veneraron a la Virgen en su templo y por las calles mostrando la gran devoción que la tienen, y a través de ellos, el nombre de nuestra ciudad se dio a conocer por toda la geografía nacional e internacional, porque a esta romería vienen ciudadanos de diferentes países.
En los actos colectivos, durante su presentación, nombre de Pozuelo de Alarcón se oyó por megafonía en toda la Aldea y se pudo leer en la fachada de la casa, en el Simpecado, y en cada uno de los símbolos, entre ellos la bandera del el municipio, que la Hermandad exhibe en sus traslados por el Camino y calles de la Aldea. ¡¡Viva la Virgen del Rocío!! ¡¡Viva la Hermandad de Pozuelo de Alarcón!! ¡¡Viva la Madre de Dios!!