POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
A cuentas de “Pensión Flora”
(mi pensión particular
en la que junto al “Noventa
y ocho” finisecular
del pasado XIX
manuscrito y lenguaraz,
con Unamuno, Azorín,
Pio Baroja, Valle Inclán,
Antonio Machado el Bueno
y otros pocos buenos más
escribiendo a troche y moche
para así ganarse el pan
en el Madrid rompeolas
de la periferia audaz…)
quiero recordar ahora
lo mal que lo pasarán
los pensionistas hodiernos
de España si es que al desván
de los trastos inservibles
su plan de pensiones va
por mala administración
o cualquier otro disfraz.
Vade retro, Crismontoro,
vade retro, Satanás.
La hucha de las pensiones
no la debieras tocar.
Es la hucha de los niños
con un poco más de edad
que dieron todo lo suyo
para al final descansar.
¿Podrán resistir los viejos?
¿Los jubilados tendrán
un punto de apoyo unánime
en el que se sustentar?
Por favor, señor ministro,
¿qué será, será, será
de ellos en tiempos de crisis?
No lo quiero ni pensar.
Por ellos canto la copla
de un francés universal
que de amor sabía algo:
Ne me quitte pas,
ne me quitte pas,
ne me quitte pas.