POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
En un artículo anterior veíamos como los edificios de Xixona en las primeras décadas del siglo XX dotaban a sus fachadas con bajantes de aguas pluviales que en su tramo final aparecían decoradas con diferentes motivos. Establecimos una tipología para que fuera más fácil su clasificación.
Estos productos metálicos fueron construidos en diferentes empresas de la geografía valenciana por lo que a continuación narramos algunos apuntes sobre la historia de estas fundiciones.
Resumen de la historia de las fundiciones más famosas.
Fundición Gens. Valencia.
Comienza su andadura en 18351 en la calle Sagunto nº 51 de la ciudad del Turia de la mano de Baltasar Gens Porres. Se cree que fue la primera fundación que se creó en Valencia. Rápidamente se especializó en bujes y manguillas o cañoneras para carros.
En 1915 aparece con esta misma razón social y dirección en el apartado de fundiciones de hierro de la ciudad de Valencia en el anuario publicado por Bailly-Baillière-Riera2.
En 1914 un nieto del fundador se unión con Rafael Dalli y registraron la marca Geyda. Arrancaron su producción en una factoría de la calle Guadalaviar de Valencia, pero tras el fallecimiento de Dalli se produce el traslado a la avenida Burjasot. Esto ocurrió en 1931. El proyecto de la nueva factoría situada en la avenida Burjasot haciendo esquina con la calle Joaquín Ballester fue obra del arquitecto Cayetano Corso di Carminati, conocido en Valencia por obras como el teatro Rialto. El edificio era uno de los pocos ejemplos del Art-Deco en Valencia. Desafortunadamente el 6 de febrero de 2014 se produjo un incendio que destruyó prácticamente todo el edificio. La decisión del traslado de la empresa a las nuevas instalaciones fue obra de Carlos Gens Minguet. En aquel momento se dedicaba a la construcción y reparación de maquinaria. Finalmente cerró sus puertas en 1990.
Fundición de A. Ferrer. Valencia
Andrés Ferrer Ballester (1838-1906) comenzó su actividad como cerrajero en la calle de la Tapicería nº 34 de Valencia. Poco a poco su producción fue creciendo y se hizo necesario el ampliar el negocio. En 1875 se trasladó a unos nuevos talleres en la calle Lepanto nº 7. No sólo amplió sus instalaciones, sino que diversificó su catálogo con la creación de una sección de maquinaria especializada en la fabricación de prensas para la elaboración de vino y aceite y norias para la elevación de aguas.
Como había ocurrido con anterioridad estas instalaciones se quedaron pequeñas y se trasladaron a la calle Cuenca (ensanche del Hospital). Donde se dedicó a construir también máquinas de vapor.
Con la lectura de este texto de 1901 podemos hacernos una idea de la importancia de esta fundición a comienzos del siglo XX: “En la actualidad se encuentran
trabajándoles en dicha casa ciento sesenta operarios, se consumen 500.000 kg. de hierro y 175.000 de carbón. Tiene una existencia de más de 100.000 kg. de piezas fundidas de diferentes modelos, muchos aparatos agrícolas y gran cantidad de artículos de cerrajería. Se habrán construido más de 25.000.000 de bisagras, infinidad de artículos de cerrajería, unas 30 máquinas de vapor, más de 1.000 prensas, 400 norias y multitud de aparatos que sería prolijo enumerar. Es la única casa en España que se dedica a la fabricación mecánica y artística de cerrajería, a las construcciones mecánicas y fundiciones en todos sus ramos”3.
En julio de 1906 fallece Andrés Ferrer pasando la empresa a manos de sus hijos y cambiando de denominación social a Fundición de Hierros Hijos de Andrés Ferrer.
En el Directorio Valenciano (Bailly-Baillière-Riera) publicado en 19154 posee un anuncio de casi un octavo de página en el que aparece con la razón social de Hijos de Andrés Ferrer. Poseen su factoría en la calle Cuenca, aunque sus oficinas se encuentran en la Calle Tapinería, 36, 38 y 40 de Valencia. Tiene una amplia gama de productos destinados a la agricultura (“Prensas hidráulicas y de doble efecto para aceites y vinos de Real privilegio con patente de invención, bombas de todos sistemas y para toda clase de profundidad”), a la industria alimentaria (“cilindros y amasadoras para la elaboración de pan”), la carpintería (“Aparatos para carpintería mecánica y de aserrar) y la construcción (“Trabajos modernistas, Especialidad en la construcción de columnas de vigas, cuchillos, armaduras de todas clases, balcones, miradores, rejas, escaleras, persianas, invernaderos, etc.”). En este anuncio también se indica que la casa fue fundada en 1860.
Fundición La Paloma. Valencia.
En 1903 Vicente Ferrer hermano de Andrés, con quien había trabajado como encargado de taller, decidió independizarse y caminar por su cuenta. Así nació la fundición de hierro y talleres de construcción y cerrajería La Paloma. Sus instalaciones se situaban también en la calle Cuenca de Valencia, curiosamente enfrente de las de su propio hermano, aunque fijaba su despacho en la calle Lonja nº 4. Muy pronto alcanzará fama y notoriedad en el sector sobre todo al realizar diversos encargos para la Exposición Regional de 1909. Suyos son: el tobogán “La Glissoire Roulant”, la Fuente Luminosa y casi toda la cerrajería y armazones del Gran Casino, pabellón de Bellas Artes, Palacio de Fomento y Kiosco de la música.
Además creó la barandilla de hierro del puente de San José de Valencia y parte de la estructura metálica del Mercado de Colón, diseñado por el jijonenco Francisco Mora Berenguer5. En 1909 empleaba a 140 trabajadores y ocupaba unos 2.500 metros cuadrados. En 1915 aparece documentada en el Directorio Valenciano (Bailly-Baillière-Riera) como: “Vicente Ferrer Ballester // Calle Cuenca, V.F.-Valencia// Cerrajería mecánica y ar-//tística y fundición de hierro// Especialidad en NORIAS y // PRENSAS para vino y aceite”6.
Fundición La Belga. Valencia
A finales de la década de 1840 llegó a Valencia la familia Donnay. Los hermanos Alejandro, Lamberto y Victor Donnay inicialmente se asociaron con Masip y fundaron la sociedad Masip y Donnay. Instalaron su taller en el antiguo convento de San Sebastián. Con el tiempo Masip abandonará la sociedad y Lamberto rebautizará la empresa como Fundición Belga de Hierro Colado, dejando patente su propio origen.
En 1858 Alejandro Donnay quiso establecerse por su cuenta y se trasladó a la ciudad industrial de Alcoy. Allí en la esquina de la calle San Vicente y la carretera del Molinar estableció un taller donde fabricaba toda clase de piezas para máquinas. Desconocemos cuando abandonaría esta experiencia alcoyana, pero en 1875 la sociedad Vitoria, Carbonell y Cía solicitó al Ayuntamiento la instalación de una fábrica de cerillas en el edificio llamado “La fundición de Donnay”7, por lo tanto ya había finalizado su actividad.
Volviendo de nuevo a la ciudad del Turia en 1864 la familia Donnay fundaría otra empresa llamada La Maquinista Belga, dedicada a la fundición de hierro y metales y a la construcción de toda clase de máquinas.
Hacia 1880 tiene sus talleres instalados en el camino del Grao y se había especializado en prensas para vino y aceite.
La familia Donnay estableció algún taller bajo el nombre de La Industrial, que rápidamente se especializó en la fabricación de máquinas agrícolas. En las primeras décadas del siglo XX sabemos que subsistía bajo el nombre de La Belga, pero con el nombre de Capilla e hijos. Así hay algunas columnas de hierro de la estructura del Mercado de Colón de Valencia (1914) que llevan esta denominación.
Fundición La Lampara Catalána. Valencia
Pensamos que su origen remontaría a principios del siglo XX.
Por una factura fechada en julio de 1911 sabemos que a principios del siglo XX se había constituido como Serrano, Salvador y López, sociedad en comandita y se hacía llamar Sucesores de José Elías. Tenían su sede en San Vicente 90.
También por una factura sabemos que en 1951 continuaban con su actividad dedicada especialmente a la lampistería, los metales y el material eléctrico. Tenían sus talleres en la calle Arzobispo Mayoral, nº 26. La razón social estaba a nombre de José Llorens Ferrándiz y seguían llamándose Sucesores de José Elías.
Fundición de Tomás Aznar e Hijos. Alcoy-Alicante.
En 1874 una de las principales fundiciones de la vecina ciudad de Alcoy era Tomas Aznar e Hijos. Estaba situada en la calle Santa Elena nº 1. A finales del siglo XIX construyó una fábrica en Alicante entre las calles Quintana, Quijano y Churruca para aprovecharse de la proximidad del ferrocarril y para ampliar su mercado. Poseía una gran gama de productos: columnas de fundición, calderas, máquinas textiles y papeleras, prensas de aceite y vino, bombas hidráulicas, de vapor, generadores, molinos y tuberías para la canalización de agua, gas y otros líquidos.
En 1902 transformó su denominación en Tomás Aznar e Hijos. Aparece en 1915 en el Directorio Valenciano (Bailly-Baillière-Riera) en la sección de fundiciones de hierro de Alicante con esta misma razón.
Según Figueras Pacheco en su obra Geografía general del Reino de Valencia publicada en 1924 trabajaban más de 500 trabajadores.
Fundición de José Rodes. Alcoy-Alicante.
En 1893 está instalado en la calle San Nicolás número 17 de Alcoy el taller de fundición de la sociedad Francisco Rodes e Hijos. Posteriormente se transformará en Rodes Hermanos. En 1899 se trasladaron a la zona del ensanche a la calle Alçamora i Solis donde se construyó entre 1900 y 1904 un edificio diseñado por José Cort Merita. En 1907 en la Guía de la banca, comercio e industria de Alicante y su provincia editada por J. Sempere Maestre ya aparece Hijos de José Rodes en la calle Maissonave 39 de Alicante, mientras que en Alcoy encontramos la compañía Rodes Hermanos.
Curiosamente junto a la puerta de acceso al patio de butacas del Cine de Dalt encontramos una columna de fundición de José Rodes, como leemos en la inscripción, procedente del edificio originario construido a principios del siglo XX.
Valgan estas líneas para recordar el gran valor documental, histórico y patrimonial de les caretes de les canals y evitar su desaparición.
FUENTE: https://bgarrigos07.wordpress.com/2022/12/27/las-caras-del-agua-la-industria-siderurgica-valenciana-vista-desde-xixon