POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL
Bueno, realmente, es obvio que la santa patrón de Europa nunca estuvo físicamente en nuestra localidad; pero sí su influencia a través de hechos que iremos desglosando a continuación.
Como introducción, sepamos que el siglo XVI finaliza con el trágico “año de la peste” (1599), que afectó masivamente a cualquier lugar del Arañuelo o del país.
Y en esas circunstancias entramos en el XVII,bajo los nefastos reinado de Felipe III (desde 1578 y 1621) y de su hijo Felipe IV de Austria (1621-1665).Época en la que se tuvo que soportar graves crisis políticas (la decadencia de los Austrias, envuelta en guerras), económicas (por lo anterior y lo que veremos a continuación), climáticas (se suceden las inundaciones y las sequías, de forma cíclica, como siempre ha sucedido desde hace millones de años…) y epidémicas: destacando la peste ya citada u otras que hace acto de presencia con posterioridad, amén de otras menores y endémicas (como el paludismo) o frecuentes (viruela, sarampión, tifus, etc.).
En la que proliferan las revueltas sociales, nacionalistas y religiosas; en plena etapa del Siglo de Oro de las Artes y las Letras; pero inmerso en la más profunda incultura, analfabetismo y arraigo de supersticiones; convulso en demasiados aspectos y con una Inquisición que seguía arbitrando la vida personal y social del pueblo.
Tal vez, ante tanta adversidad y la citada incultura, analfabetismo y arraigo de supersticiones; y también derivado de la mentalidad del Barroco y de la Contrarreforma emanada de Trento, la práctica religiosa adquiere matices obsesivos: en nuestra localidad, de tres cofradías que había hasta entonces (San Andrés, Vera Cruz y Santa María de la Mata), se pasa a ocho (incluyendo la que vamos a mencionar después y la de Nuestra Señora de las Angustias, cuyo culto se inicia entonces).
Y fue en ese contexto cuando entra en escena en Navalmoral y resto del Campo Arañuelo Santa Catalina de Siena. Es evidente que no lo hizo ella en persona (hacía años que había fallecido, concretamente en 1380), pero si a través de los frailes dominicos del cercano (hoy ruinoso) convento de Santa Catalina de Aldeanueva de la Vera. Que lo hicieron de dos modos:
Creando la Cofradía de la Virgen del Rosario, que rápidamente se extiende por Almaraz, Casatejada, Deleitosa, Majadas, Mesas de Ibor, Navalmoral de la Mata, Peraleda de la Mata, Saucedilla, Serrejón, Talayuela y Toril. En nuestra localidad, ya constan datos de ella en 1606. Poco después encargan una imagen con su retablo, que serían restaurados varias veces a partir de entonces.
A la par que las Misiones Evangélicas, con las que instruyen y catequizan a una población inmersa en la ignorancia y supersticiones (hechizos, brujerías, etc.)Tal fue su influencia que, como curiosidad, he comprobado en los Libros de Bautismo de San Andrés que los nombres de Catalina y Domingo eranlos4º más empleado entonces en Navalmoral.
Esos dominicos fueron los auténticos evangelizadores de Navalmoral y comarca. Además, en la primera mitad del mencionado siglo XVII Jerónimo de Bricuela estaba construyendo el retablo de la iglesia morala de San Andrés, y en él su autor nos legó una imagen de Santa Catalina de Siena, pintada en una de las doce tablas apaisadas del retablo de San Andrés (en la primera calle de la izquierda, entre “cuerpo y cuerpo”).
Para quienes lo desconozcan, sepamos que el reseñado convento de Santa Catalina de Siena fue fundado en 1.445 por un sacerdote y diez caballeros, retirados a la oración y la penitencia. Posteriormente fue ocupado por los dominicos. Un incendio en 1.598 redujo casi a ruinas la totalidad del convento y en 1.600, con la generosa ayuda del duque de Alba, se rehabilitó por completo.
El duque fue el sostenedor económico de esta congregación, cuyo escudo figuraba en la entrada del convento y que hoy puede verse adosado a la iglesia de Aldeanueva de la Vera.
Durante varios siglos fue un gran centro de cultura y espiritualidad, estando directamente unido a la Universidad de Salamanca, a través del dominico Pedro de Godoy: natural de Aldeanueva de la Vera (donde se conserva su nobiliaria casona), reconocido teólogo, prior y profesor del famoso convento de San Esteban de Salamanca, Obispo de Osma (Soria) y Sigüenza (Guadalajara).
Durante las desamortizaciones del siglo XIX, fue saqueado y expoliado perdiéndose gran parte de sus riquezas, llegando a su avanzado estado de ruina hasta nuestros días.
Para finalizar, reitero lo escrito antes: las misiones evangélicas que llevaron a cabo los dominicos en Navalmoral fueron determinantes:
Volviendo al tema de la Virgen, en el año 2006, un grupo de entusiastas moralos por esa devoción recupera la mencionada Cofradía del Rosario, ampliándola también a la festividad de las Candelas (2 de Febrero), tras restaurar la imagen y aprobar sus estatutos.
En la Semana Santa del año siguiente, sale por vez primera en procesión la Cofradía de la Virgen del Rosario el Domingo de Ramos.