POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA- CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
El diccionario de la Lengua Española, define la palabra «Jícara» como una vasija de arcilla, específica para tomar chocolate.
Sin embargo, en los países de América del Sur, la Jícara es una vasija para tomar chocolate, pero, en vez de tratarse de una vasija de arcilla, lo es de madera.
En regiones españolas como Murcia, sobre todo en la huerta, Andalucía con especial mención a Granada y Almería y, en Canarias en las islas de Hierro y Gomera, la jícara es una porción de la tableta de chocolate, equivalente al peso de una onza; habida cuenta de que cada tableta de chocolate pesa una libra.
En la huerta, también en el pueblo, era frecuente tomarse una jícara de chocolate todas mañanas. De hecho, yo, que vivía refugiado en una cueva de Verdelena, con mi abuela, en la década de los años 1940, todas las mañanas, antes de salir para ir a la escuela, me preparaba una jícara de chocolate diciéndome que «era muy sana y esclarecía la mente».
Cuando no tenía tiempo, o se lo impedían otros quehaceres, me daba una jícara o porción de la tableta de chocolate y emprendía el camino para ir a la escuela; que distaba tres kilómetros y medio. ¡¡A la rica Jícara!!