POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
Iniciamos una serie de artículos para narrar los acontecimientos sucedidos en torno a la imagen de la Virgen de la Fuensanta y el Santuario, desde la entrega del escultor D. Domingo Sánchez Mesa en el año 1946
El expolio
Tras la guerra “incivil”, el santuario y dependencias quedaron en total ruina, especialmente en el apartado de imágenes, cuadros y elementos religiosos de cualquier tipo.
Hubo una serie de personas generosas que comenzaron con sus aportaciones para la recuperando de imágenes y espacios.
Tomó posesión como nuevo rector de la orden trinitaria en el santuario el padre Paulino de Santa Ana.
La destrucción de la Patrona, motivó uno de los primeros proyectos, fue conseguir una nueva imagen. Hizo las gestiones Doña Dolores Carrascosa, aunque tuviese carácter provisional y se adquirió una nueva imagen. Sin embargo, comparada con la anterior talla, no agradaba a los vecinos, por lo que fue a D. Domingo Sánchez Mesa, escultor granadino, que había realizado en la localidad, un grupo escultórico de la Expiración y otras imágenes al que se le encargó la talla, que entregó en el año 1946.” El escultor, que cumplió de maravillas su cometido, entregando en el Santuario, una talla que atrajo el admiración de toda la población”, escribe el P. Arturo Curiel. Por su parte el Padre Agustín de la Concepción, rector del Santuario, nos dejó en una de sus obras: “Con lo recaudado en una suscripción popular, se mandó hacer una nueva imagen al escultor granadino D. Domingo Sánchez Mesa, que fuera lo más semejante posible a la anterior, con fotografía a la vista. El escultor cumplió bien su cometido. Si no es del todo igual, sí es muy semejante, y en algunas cosas la supera. Es toda una reina que bien merece estar sentada en su trono. Su rostro mezclado de pálido con suave moreno, da la sensación de algo celestial, realzado por unos ojos dulces, y grandes que parecen extenderse hasta lo infinito, para atraerlo todo hacia sí”. Era Presidente de la Cofradía, D. Tomás Marín Bueno.
- Ángel Martínez Peña hizo la donación de una imagen de San Miguel Arcángel, en este mismo año 1946.
Aquí se inicia esta historia de fe, de esperanza, de religiosidad, que se mantiene y se extiende por las Cuatro Villas, y una Quinta Villa, en todos los vecinos de esta localidad y todas las cercanas que alejados de sus hogares por motivos de trabajo, tienen en la imagen la esperanza y alegría en sus visitas.
FUENTE: CRONISTA