POR JUAN MANUEL ESTRADA ALVAREZ, CRONISTA OFICIAL DE CASU (ASTURIAS)
En nuestra memoria auditiva asociamos diciembre al estribillo cantarín de la lotería, efímeros anhelos de fortuna que mudan en salud sin advertir que en ella habita la verdadera dicha. La suerte rara vez tomó asiento en estos pagos, aunque un día no demasiado lejano la Jata marañona y estanquera nos trajo a unos pocos lo suficiente para tapar furacos.
Anticipando la salmodia de San Ildefonso quisiera traer a esta columna el recuerdo de un premio más antiguo: el que viajó de Gijón a Casu en 1927, un segundo de la Lotería Nacional vendido en la administración del señor Solís en la calle Pi y Margall, 125.000 pesetas de la época que serían hoy un buen picu.
Buscaban frenéticos los tribuletes al agraciado en todos los rincones de la bahía mientras la ventura transitaba lenta en el Correo camino de un Orlé al que todavía no confundían las señalizaciones. La historia es sencilla, simpática y humana, merecedora de figurar en esos espléndidos spots que nos acercan la mágica fecha del sorteo.
En aquellos tiempos tenía Orlé un potente Sindicato Agrícola. Habiéndoles tocado la pedrea en navidad encargaron a Manuel Calleja, representante de “La Primitiva Indiana”, les cambiase su importe por un billete en la lotería del 12 de enero, siguiente al Niño; cumplimentó Calleja el encargo y lo remitió certificado. Cuando se sorteó, ya iba el billete rumbo al pueblo por las endemoniadas carreteras, y como había tenido la cautela de apuntar su número, inmediatamente partió a comunicar la grata noticia a los vecinos anticipándose al perezoso mensajero.
La noticia voló de La Nozaleda al Correboyu y la ansiedad se desató, pues con el cartero sólo llegaron los periódicos, hasta que al poco rato una segunda saca transformó el nerviosismo en júbilo de los setenta asociados. Puesto que Calleja no se había guardado participación alguna del 8766, los afortunados le obsequiaron con 5.000 pesetas, gesto que doblemente ensalzaba la generosidad vecinal y la honradez del buen señor Calleja. Felicitaciones altonalonianas, suerte y salud navideña.
FUENTE: J.M.E.A.