POR JOSÉ MARÍA GOLDEROS VICARIO, CRONISTA OFICIAL DE GRIÑÓN (MADRID)
Durante el reinado de Carlos III, el ministro marqués de Esquilache presentó una lotería con el objetivo de recaudar caudal monetario para las arcas del Estado. En efecto, la Lotería Nacional exhibe un largo y curioso historial que se pierde allá por el año de 1763. No obstante, no debemos olvidar el prematuro intento de una lotería puesta en práctica por Felipe II (siglo XVI), que resultó un fracaso sonado.
Pero el citado año 1763, el rey Carlos III quiso establecer una “Lotería Real”, según el Real Decreto de 30 de septiembre de ese mismo año, para lo cual el monarca señalaba: “…y he tenido por oportuno y conveniente, establecer en Madrid una lotería…para que se convierta en beneficio de Hospitales, Hospicios y otras Obras Pías y públicas, en que se consumen anualmente muchos caudales de mi Real Erario…”
El beneficio social que contribuiría dicha lotería, importada de Nápoles, fue una de las causas de su nacimiento en Madrid y exclusiva para Madrid. No obstante, hubo de demorarlo hasta 1811 para aprobar su creación. Este proyecto estuvo basado, en parte, sobre una lotería establecida en principio en la segunda mitad del siglo XVIII por Carlos III, en Nueva España (México). Una Instrucción de la “Lotería Nacional de España”, fue publicada el día 25 de diciembre de 1811, y previamente aprobada el 23 de noviembre del mismo año en Cádiz. El 28 de febrero de 1814 se celebró el primer sorteo en Madrid, desde entonces ciudad sede de la “Lotería Nacional de Billetes”.
Así pues, la antigua “Lotería Real” pasó a llamarse en ese momento Lotería Primitiva Nacional, pero en 1812 no sólo nace oficialmente nuestra lotería —que este año de 2019, hace doscientos siete—, sino que 1812 es el año de la promulgación de la “Constitución Española” en Cádiz, y el 19 de marzo las Cortes Generales promulgaban dicha carta magna, primera de nuestro país, es decir, la famosa “Pepa” (La nueva Lotería Nacional estuvo limitada a Cádiz y San Fernando, pero más tarde según iban retirándose los ejércitos de Napoleón, su distribución y venta fue expandiéndose por toda España.
Tras el reinado de Carlos IV, las ganancias generadas por aquella primera lotería se destinaron al socorro de instituciones benéficas. Citaremos, entre otros: el Hospital General, la Inclusa, las Arrepentidas de Santa María Egipciaca, las Recogidas de Santa María Magdalena, el Beaterio de San José, el Colegio de Doncellas Pobres de San Diego de Alcalá y las huérfanas de empleados de la Lotería.
Luego de contar con la venia real, el ministro de Carlos III comunicaba a Juan Antonio Goizueta, para convencer a José Peya, director entonces del Juego de la Loto en Nápoles, para trasladarse a Madrid y establecer aquí la lotería… Esquilache le ofrecía el doble del sueldo que disfrutaba en Nápoles, y así, el primer sorteo se celebraba el día 11 de diciembre del año de 1763. En 1771, tras el éxito de la lotería, el mismo Carlos III acuerda instaurarla en Nueva España (México) y luego en Cuba.
La Lotería Nacional ideada durante el reinado del ilustrado Carlos III y organizada por su ministro Esquilache, fue un gran acontecimiento en España.
Hacia el año 1818, bajo el reinado de Fernando VII, este monarca, parece propició se organizara un sorteo coincidiendo con la Navidad, considerándose dicho sorteo como es el “Extraordinario de Navidad” actual. Así Leopoldo Gregorio de Esquilache logró un sonado triunfo con la importación de su lotería en nuestro país, aunque pocos años después otra idea del ministro; la de las capas y los sombreros, le hará caer víctima de un motín popular en la corte: fue el famoso “motín de Esquilache”.
La actual Lotería Nacional, nació en España durante la Guerra de la Independencia. En efecto, D. Ciriaco González Carvajal, Ministro del Consejo y Cámara de Indias, consideró crear un medio de acrecentar los ingresos del erario público sin menoscabo de los contribuyentes».
Ante las Cortes Generales y Extraordinarias en Cádiz, presentó un proyecto de Lotería, precedente del que existía en nueva España (Méjico), desde 1771 y cuyo establecimiento se debió a Carlos III. La propuesta tuvo una acogida favorable en la sesión de 23 de noviembre de 1811 de las Cortes de Cádiz, fue aprobada sin un sólo voto en contra. Esta Lotería fue denominada por el pueblo «Lotería Moderna» para diferenciarla de la Lotería de números o «Lotería Primitiva» instituida en 1.763, por el Ministro de Hacienda de Carlos III, marqués de Esquilache.
El 4 de marzo de 1812, días antes de que se proclamara la primera Constitución de nuestra historia, se celebró en Cádiz el sorteo de esta nueva modalidad de Lotería, de acuerdo con las normas establecidas.
La Lotería Nacional al principio estuvo circunscrita a Cádiz y San Fernando, para más tarde saltar a Ceuta, y según iban retirándose los ejércitos napoleónicos se iba extendiendo su venta, primero al resto de Andalucía y después por toda España. El último sorteo de la Lotería Moderna que se celebró en Cádiz tuvo lugar el día 27 de enero de 1.814, cambiando su sede a Madrid que estrenó sorteo el día 28 de febrero de 1.814. Muy pronto hubo decidida preferencia del público por la Lotería Moderna, frente a la Primitiva, la Lotería Moderna duplicaba los ingresos de la Primitiva.
Realmente, hasta alcanzar la instauración definitiva de la Lotería Nacional española, desde la primitiva idea de instalarla en nuestro país, hubo diversas fechas en la implantación definitiva.