POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
La Margen Izquierda del Duero desde la llamada Fuente de los Compadres hasta el Puente Nuevo, constituye una de las referencias más destacadas del curso del Duero y uno de los paisajes más claramente definidos respecto a la ciudad, lo que exige por lo tanto un cuidado y unas atenciones más concretas y definidas que otro lugar cualquiera.
El río ofrece en este tramo a partir de la confluencia del Valderaduey la característica muy especial del llamado geográficamente curso bajo, donde se van depositando sus aluviones que arrastra como nos lo demuestran la serie de islas desde las Pallas a la de los Conejos, constituyendo un paisaje original y fácilmente comprensible si tenemos en cuenta que el Duero entre Toro y Zamora corre con el mínimo de pendiente de todos los ríos de la península, un cero treinta por mil hasta pasar la zuda de Olivares que comienza a despeñarse de la Meseta a una media de cuatro metros por kilometro.
En este tramo Valderaduey-Puente Nuevo con esa carga de novedades y curiosidades geográficas se suman a la vez las que la historia ha ido dejando a lo largo de siglos y entre esas están las tres zudas, la de las Aceñas de la Mitra, Pinilla, la de las aceñas del Obispo, Cabañales y las del Cabildo de Olivares que a su vez contribuyen a dar un destacado toque diferencial a este tramo del río y que a su vez contribuyen a determinados aspectos muy concretos y variables y concretamente si las dos zudas primeras no existieran y esto es muy fácil de entender cuando se sabe que todo móvil en el hemisferio norte se desplaza a la derecha y nos explica fácilmente el fenómeno de las aguas saltado las zudas y sin éstas dos el río correría en su totalidad entre la isla de los Conejos y la Avenida del Mengue.
Este fenómeno natural hace que el desplazamiento del Duero hacia la ciudad ofrezca una mayor posibilidad de espacio y acción en su margen izquierda que sin duda debe ser cuidada con celo y atenciones adecuadas a sus inmensas posibilidades ya que constituye parque único de recreo como asimismo de mirador único hacia la ciudad.
Todo parque-paseo ofrece unas enormes posibilidades cuando su situación y valor como en este caso son tan ricos pero a la vez tiene y corre los riesgos del río en sus etapas de simples altas aguas y nada digamos de avenidas pero eso ni cambiará sus valores ni su emplazamiento y eso sí exigirá nuevos presupuestos pero con eso ya hay que contar desde el principio.
La margen izquierda del Duero desde la Fuente de los Compadres al Puente Nuevo es una auténtica ofrenda de la naturaleza a la ciudad. Cuidémosla y a disfrutarla.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/