POR JOSÉ ANTONIO MELGARES GUERRERO, CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA Y DE CARAVACA
Hasta que en el Camino de la Estación se abrió la primera Maternidad, con medios muy rudimentarios y fondos de la Beneficencia Nacional, por el Dr. Cesar León, las mujeres de Caravaca y el Campo daban a luz en sus respectivos domicilios en las condiciones higiénicas y sanitarias que el lector entrado en años recuerda y el más joven difícilmente puede imaginar.
Los médicos del ecuador del S. XX lucharon con todas sus fuerzas por lograr, tanto del Estado como de la sociedad, sitios dignos donde acoger a quienes venían al mundo en las mejores condiciones, no siendo menor la lucha contra las gentes, que se obstinaban por parir como siempre lo hicieron sus madres y abuelas.
Quien a costa de su propio esfuerzo y patrimonio personal, dio el paso de gigante para favorecer el parto de las mujeres en las mejores condiciones higiénicas y sanitarias, disminuyendo así el porcentaje de mortalidad infantil, tan alto históricamente en la Comarca Noroeste de la Región de Murcia, fue el Dr. Manuel Enrique Bernal Algueró, un ceheginero decidido, vocacionado y esclavo de su trabajo, quien en la primavera de 1972 abrió la primera clínica maternoinfantil, a la que la sociedad caravaqueña de la época denominó popular y cariñosamente La Maternidad.
El Dr. Bernal nació en Cehegín el 25 de octubre de 1927, en el seno de una familia cuyo cabeza, Antonio Bernal Pascual, también ejercía la Medicina como profesión.
Inició su formación en el Colegio Cervantes de Caravaca, y prosiguió los estudios universitarios en la Universidad de Cádiz, especializándose en Tocoginecología posteriormente, en Madrid, bajo la dirección del que siempre consideró su maestro: el Dr. Enrique Parache Guillén, en la Maternidad de la calle O´Donel de la Capital de España.
Tras la licenciatura y especialización, comenzó a ejercer la Medicina en Cehegín ayudando a su padre y desplazándose a localidades como Coy, Doña Inés y La Paca, con igualas irrisorias y sensibilizándose paulatinamente de que la modernización de la Medicina habían de hacerla los propios médicos, sin esperar otras ayudas que las suyas propias. Muy pronto consiguió el oportuno acondicionamiento del Hospital de la Real Piedad de Cehegín, donde comenzó a atender partos en mejores condiciones que las tradicionales, y a aguantar a maridos, con poca formación, que le acusaban de quitar a sus mujeres la peste a hembra.
Al marchar a Cartagena el primer ginecólogo que tuvo Caravaca (el Dr. Cesar León), opositó a la plaza vacante de la Seguridad Social, que ganó brillantemente, estableciéndose en nuestra ciudad y trabajando en el Ambulatorio que entonces se ubicaba en los bajos del edificio del Colegio de la Compañía de Jesús, atendiendo urgencias y partos difíciles en Cehegín, por las aún malas condiciones, y peores instalaciones quirúrgicas que ofrecía Caravaca.
Casó con la también ceheginera Juana Peñalver García, fruto de cuyo matrimonio nacieron sus tres hijas: Manoli, Luci y Mari Fé, instalando el domicilio familiar en el nº 15 de la Gran Vía de Caravaca, donde abrió consulta privada.
Su sueño de siempre fue tener clínica propia, pensando para ello en Cieza o Caravaca y optando por esta última ciudad, donde comenzó a pensar en solares para su edificación en la entonces Prolongación de la Gran Víay en la Carretera de Moratalla, hasta que su amigo Desiderio Piqueras le ofreció un amplio espacio en el Camino del Huerto,que aceptó por ser el lugar urbano idóneo, por su salubridad y silencio, encargando la construcción a un contratista de Moratalla de nombre Pedro.
La nueva clínica, a la que siempre consideró su cuarto hijo, fue construida de nueva planta al final de las Casas Baratasdel Camino del Huerto, junto al chalet de Desiderio Piqueras, e inaugurada el 8 de abril de 1972, contando inicialmente con siete habitaciones (3 individuales y cuatro dobles), más un quirófano, un paritorio, una incubadora y una lavandería. Desde el primer momento encargó el servicio de analítica al farmacéutico Pascual Adolfo López Moya. También en el mismo edificio estableció la vivienda familiar.
En la nueva clínica comenzaron trabajando, bajo la dirección técnica y facultativa del Dr. Bernal, las matronas María Luisa Collado, Celia y Maravillas, junto a la enfermera Juanita. Como médicos: Julián López Robles, Vicente Laborda Reinón y Ana Carreño; y como auxiliares: Concha la de Coscorrones,Gloria Gómez, Consuelo Gutiérrez y Sari Motos. De la logística e intendencia de todo se encargó Juana, su mujer, a quien la Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Caravaca acaba de reconocer públicamente su esfuerzo personal y empresarial, en marzo pasado, con motivo del Día de la Mujer 2010.
El Dr. Bernal ofreció desde el principio, y desinteresadamente, sus instalaciones hospitalarias a la Seguridad Social para la instalación en ellas del Servicio de Urgencias (hasta la instalación del mismo en la prolongación de la Gran Vía). Actitud que la Institución referida nunca agradeció como debía al titular de la clínica. Muy pronto el oftalmólogo Dr. Miguel Robles clausuró su Sanatorio utilizando la Maternidad para sus operaciones quirúrgicas. Enseguida llegaron las ofertas hospitalarias a especialidades como Traumatología, Otorrinolaringología, Cirugía y Oftalmología.
Manuel Bernal Algueró enfermó de cáncer de pulmón, dolencia que le llevó a la tumba el 9 de marzo de 1980, habiendo disfrutado sólo ocho años de su obra al servicio de la Medicina y de la Sociedad Comarcal.
Durante aquellos ocho años se practicaron alrededor de 900 partos, además de otras intervenciones quirúrgicas, teniendo a gala el historial del centro hospitalario el no haber fallecido nadie durante ese período. En sus instalaciones llegaron al mundo, en las mejores condiciones, muchos de los actuales ciudadanos de los pueblos y campos de la comarca Noroeste, cuya relación haría interminable la extensión de este texto, siendo el último alumbramiento allí practicado el de Mari Fé, la menor de las hijas del Dr. Bernal. Tras la muerte del director propietario, la dirección de la Maternidad se ofreció al Dr. Alfredo Escolano.
En la actualidad, la vieja Maternidad funciona con el nombre de Clínica del Dr. Bernal de Cuidados Medios, tras la apertura del Hospital Comarcal del Noroeste el 12 de octubre de 1985. Cuenta con 39 camas, rehabilitación, dos médicos de hospitalización, dos radiólogos, un psicólogo, una podóloga, dos dentistas, un higienista; y se practica cirugía menor, cirugía maxilofacial e implantología; estética, terapia ocupacional y logopedia, estando prevista en breve la apertura de quirófanos para todo tipo de cirugía. Así mismo cuenta con una extensión en Calasparra que ofrece servicios de rehabilitación, terapia ocupacional, dietética y logopedia.
El sueño del Dr. Manuel Bernal, al que consideró su cuarto hijo y al que engendró con tanto esfuerzo e ilusión, sigue siendo una feliz realidad casi cuarenta años después de su apertura. La obra por él emprendida se mantiene en el recuerdo vivo de las gentes y su imagen sigue presente en el virtual cuadro de honor caravaqueño, donde se encuentran los grandes, los que forjaron ayer la Caravaca de hoy.
Fuente: https://elnoroestedigital.com/