POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Ver esta torre es ver Montijo. Levantada cuando faenaban otros mundos en los que maestros, oficiales, peones y aprendices la labraron dándole cuerpo y espacio, forma y altura. Piedra sobre piedra, ladrillo con ladrillo. Cuántos le han escrito, mirado, alabado, cantado y dibujado. Siglos de fuerza y altura que dieron cobijo en sagrado. Arriba un campanario que alaba, llora, llama y convoca. La mirada de Montijo está en esta torre desde la que hoy pregono la vida. (Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol. De ella se tienen noticias a finales del siglo XV gracias a los libros de visitas de la Orden de Santiago; en los inicios del siglo XVII fue ampliada con el crucero y capilla mayor, labrados por Francisco Montiel, obrero mayor del duque de Feria. El llamado atrio, paseo del campo de la iglesia, fue proyectado por el arquitecto provincial, Ventura Vaca, y construido entre 1884-1886 por el maestro de obras Jerónimo Cabezas González)