POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Transcribo un breve fragmento de la Pasión de Jesús según San Juan (18, 1-40; 19, l-42):

«Tomó entonces Pilato a Jesús y lo hizo azotar. Los soldados, tejiendo una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y le vistieron un manto de púrpura y, acercándose a Él le decían: Salve, rey de los judíos. Y le daban de bofetadas».

Esta escena de La Flagelación de Jesús fue recogida en innumerables cuadros y esculturas, normalmente bajo el título genérico de JESÚS ATADO A LA COLUMNA, pues se entendía que para hacer «efectivos» los azotes el reo debiera estar inmovilizado.

También son abundantes las Cofradías Penitenciales que dedican su devoción a la Flagelación, procesionando su «Paso» en un día concreto de la Semana Santa. «Paso» que recibe diversos nombres, algunos de ellos ensamblando el habla popular de la comarca con la representación bíblica, que dan un «realismo de vida» a la imagen que se venera.

En Monterrubio de la Serena (Badajoz) la devoción al recuerdo de la Flagelación de Jesús se manifiesta en la conocida imagen de JESÚS EL AMARRAO y en su COFRADÍA DEL AMARRAO, que en estos días estrena MEDALLA distintiva para, tras su bendición, ser distribuída entre los Cofrades.

Yo no soy monterrubiano, ni extremeño, ni cofrade.

Y bien que lo siento, pues en Monterrubio, a través de Facebook, he forjado singulares lazos de amistad.

Por eso, desde mi Asturias, me voy a sentir «amarrao» a esa Cofradía pacense.

Y con ella, en el silencio de mi corazón, rezaré para que no suframos dolores, latigazos de la vida, penas, nostalgias de seres queridos.

Y aprovechando «que el Pisuerga pasa por Valladolid», ¿saben ustedes que la comarca de La Serena elabora anualmente algo más de 500 toneladas de queso, superando en mucha a la producción de El Casar, que apenas llega al medio centenar? ¿Y que la «torta de La Serena» es tan increíble, milagrosa, misteriosa y espectacular como la de El Casar?

Pues nada, hoy voy a preparar «unes cocretines asturianes con tastu extremeñu».

En un cazo con un poco de aceite con una cucharada de manteca de cerdo se rehogan 2 dientes de ajo y una ramita de perejil (picados en menudo).

Se añaden 150 g de torta de La Serena, 1/4 litro de leche, un pocillo de caldo de cocido y 3-4 cucharadas de harina. Se pone todo a cocer a fuego mediano fuerte, removiendo de continuo con cuchara de madera siempre en el mismo sentido hasta conseguir la textura ideal de croqueta- Se vierte la masa en una fuente, enfría, y se moldean las croquetas que, rebozadas en huevo y pan rallado, fríen en abundante aceite muy caliente.

Por supuesto, el aceite ha de ser de DOP Monterrubio de La Serena.