LA NATIVIDAD DE JESÚS: «HISTORIA EN ESENCIA HUMANA»
POR PABLO IGLESIAS AUNIÓN, CRONISTA OFICIAL DE PUEBLA DE LA CALZADA (BADAJOZ)
Todos nos hemos preguntado en más de una ocasión si Jesús de Nazaret es un personaje producto de la ficción religiosa basada en la tradición de muchos siglos o, realmente es se trata de un personaje real y por tal histórico. Algunos incluso lo hemos utilizado como tema de investigación académica en estudios superior de grado universitario.
Ahora que nos encontramos en plena celebración de la natividad cristiana, viene bien pararse a pensar en esta cuestión que la historia, la teología y el arte ponen sobre el primer nivel del conocimiento a un Jesús que encaja en las reglas históricas.
Obviamente desde la perspectiva de la fe este planteamiento carece de importancia -hasta cierto punto- pues los cristianos afirman que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Dios mismo hecho Hombre y por tal toda refutación o prueba histórica queda en un teórico «segundo plano» pues prevalece la fe sobrepasando toda lógica y toda razón.
Sin embargo una vez más es la Historia la que nos ayuda indudablemente a poner serios contrafuertes que sostienen lo que ya la misma fe levanta: Jesús es indudablemente un personaje histórico. ¿Porque lo digo yo? No, claro. Porque lo refuta el razonamiento desde una metodología y una didáctica puramente histórica, exegética y teológica.
UNA ICONOGRAFÍA TAN ANTIGUA COMO IRREFUTABLE: CATACUMBAS DE PRISCILA, SIGLO III
En la conocida como Capella Greca («capilla griega»), que está situada en el interior de las catacumbas de Priscila en la Vía Salaria, una de las antiguas calzadas romanas que comunicaba Roma con el Adriático, aparece la que puede ser considerada como primera representación del nacimiento de Jesús junto a otros aspectos y episodios narrados en los evangelios: en una escena muy simple puede verse a la Virgen María sosteniendo al niño Jesús y, frente a ellos, los Reyes Magos sin sus típicas túnicas y corona.
Durante el estudio y posterior defensa de mi Trabajo de Bachillerato en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas «Santa María de Guadalupe» (Archidiócesis de Mérida-Badajoz), dependiente de la Universidad Pontificia de Salamanca, tuve la oportunidad de estudiar, analizar y defender el estudio de ese Jesús históricos con el título «Visión historiográfica sobre Jesús de Nazaret: El Jesús Histórico» y bajo la dirección del doctor don Luis Manuel Romero Sánchez.
EL ACADEMICISMO EN EL ESTUDIO DE LA «CUESTIÓN DEL JESÚS HISTÓRICO»
Junto al entonces análisis de las fuentes primero cristianas a través de los textos canónicos y los no canónicos o extra-canónicos (Fuente Q y evangelios apócrifos) y las llamadas «fuentes no cristianas» como las rabínicas (Talmud, Mishná y Guemará), el trabajo se abrió a las fuentes judías de la mano de Falvio Josefo; las romanas con Plinio el Joven, Tácito y Suetonio; las helenísticas con Mar bar Sarapion y Celso; las islámicas a través del rico texto del Corán, de manera que la corriente sobre el Jesús de Nazaret se transformó en un enorme aporte de elementos históricos de incalculable valor que conducen desde el último cuarto del siglo XVIII a la actualidad, con el estudio de corrientes fascinantes que ya están planteadas en las primeras manifestaciones del conocido arte paleocristiano y que se expresan nada menos, a través de pasajes de los primeros momentos de su vida: visitación, nacimiento y adoración de los reyes en las catacumbas de Priscila en el siglo III que ya hemos mencionado y que dan pie a esta breve reflexión.
La riqueza de corrientes históricas en torno a Jesús de Nazaret nos hacen hablar de la valoración crítica que condujo a planteamientos en torno al llamado «Jesús histórico» desde 1778 (Old Quest), la época bultmaniana entre los años 1921 y 1953, el Cristo kerigmático (Nez Quest) entre los años 1953 a 1975 y finalmente lo que es conocido como «la tercera búsqueda» (Third Quest), años 1975-1995.
Seguirá indudablemente siendo un tema abierto, de trascendente interés para todos los historiadores que académicamente tenemos pretensiones en torno a su figura porque el soporte histórico hace más fuerte la fe en ese Jesús nacido hace más de dos mil años. Concretamente en el año décimo cuarto del reinado del emperador Cayo Julio César Augusto conocido también como Octaviano, fundador del Imperio Romano y primer emperador romano que gobernó desde el año 27 a.C. al 14 d.C. (fecha en la que muere). Durante la olimpiada 94; 752 años después de la fundación de Roma. Siendo gobernador de Siria (provincia de la que dependía administrativamente Palestina) Publio Sulpicio Quirinio. Nació en Belén de Judá ese al que el mundo hoy llama Jesús de Nazaret, «el Cristo.«
