POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Ya estamos en tiempo y las manzanas, con esto del «vientu les castañes», se muestran propicias para su recolección y… transformación en sidra. Época, por tanto, de dos colaboraciones vecinales, voluntarias y gratuitas, que se engloban dentro de lo que días atrás denominábamos ANDECHES o ENDECHES.

Hablaremos hoy de PAÑAES Y MAYAES de manzana.

Por PAÑAR o APAÑAR se entiende recoger una cosa que está en el suelo.

«Páñense», por tanto, les nueces, les castañes, les manzanes, les patates…».

Si la pañada es pequeña la realizan los propios dueños de la finca; pero si se trata de una extensión considerable es precisa la colaboración familiar y vecinal a modo de ANDECHA.

Normalmente se pañaba en turnos de mañana y tarde con parada y descanso a medio día para una comida «generosa», que era el agradecimiento debido a los «pañadores».

Después, los frutos recolectados se llevaban en carros al llagar para su posterior mayada.

¿En qué consistía la MAYADA?

Pues, sencillamente, en una reunión (voluntaria y gratuita) de personas en un lagar para majar (triturar) la manzana y disponerla en la prensa para la obtención del zumo o mosto que, una vez fermentado, será la sidra.

Las mayadas se realizaban al atardecer y duraban hasta bien entrada la noche.

Las manzanas se disponían en la «desca» y los mayadores, provistos de «mazos» (mazas de madera de forma troncopiramidal y base hexagonal u octogonal, con mango largo), golpeaban rítmicamente las manzanas hasta su trituración.

Solían hacerlo en grupos de 4, 6 u 8 personas, situados en dos filas (unos frente a otros) y alternando sus golpes de mayu. En ocasiones, algún cantar animaba al ritmo de los golpes:

¡Zas, zas! ¡Fuego, Nicolás!

Si quieres que te quiera
la labradora,
comprai un abanico
de gran señora.

¡Zas, zas! ¡Fuego, Nicolás!

Terminada la mayada, y ya el mosto sangrando en el llagar, venían la GARULLA, los cantares, la juerga de mozos, mozas, chiquillería y gente mayor; que de todo abundaba.

Le decía el poeta:

«Y al coyer la manzana y al pisala,
y al dar güeltes al fuso que l´aprieta,
y al enllenar les pipes con la sidre
mezclandoi torcipié pa dai más juerza…

Entós ye´l ijujú y son los cantares
ps anda la zapica muy lixera…»

«PAÑAES Y MAYAES DE MANZANES», otra labor de ANDECHA, voluntaria y gratiuita.

No se llamen a error, señores, que no están los ánimos «pa bromes».