LA MISA SABATINA SE CELEBRÓ A MEDIODÍ, Y CONTÓ CON LA ASISTENCIA DE LA CRONISTA OFICIAL DE AVILÉS (ASTURIAS), JOSEFA SANZ
La Virgen de las Mareas pudo navegar ayer de nuevo por el poblado de pescadores. La amenaza de lluvia le impidió recorrer en 2015 los alrededores de la iglesia del Nodo, pero el tiempo dio una tregua ayer a la patrona del barrio marinero, que procesionó a hombros de cuatro pescadores tras la misa que presidió el párroco Víctor Fernández Gaínza y que contó con el acompañamiento de las voces del coro Amigos de Sabugo. La Virgen de Las Mareas lució en todo su esplendor, como cada 6 de febrero con motivo de su fiesta patronal.
La misa sabatina se celebró a mediodía, contó con la participación de una docena de sacerdotes y con la asistencia de autoridades. No faltaron a la cita la cronista oficial de la villa, Josefa Sanz; el capitán de la Guardia Civil y de Avilés y el comisario de la Policía Nacional, Mariano Revuelta Gómez y Agapito Pérez, respectivamente, así como el presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, Antonio Sabino, que ocuparon los asientos de las primeras filas del templo del barrio de pescadores.
Víctor Fernández se refirió en su sermón al Año de la Misericordia proclamado por el Papa para este 2016, al que «todos nos podemos acoger para hacer limpieza general, para buscar esa ternura de Dios que está más cerca de nosotros de lo que nos parece muchas veces, de encontrar el perdón que necesitamos». «Celebramos a María como madre de Dios y también como madre nuestra», se dirigió Fernández Gaínza a sus fieles. «De ella salimos, de ella nos hemos nutrido y a ella veneramos. Que la Virgen de las Mareas nos siga acogiendo, amparando y guiando por el camino de la vida, en estos tiempos en los que lo religioso no es lo más sobresaliente en nuestra sociedad (…) Que siga siendo nuestra madre amorosa, tierna y delicada», pronunció el párroco del Nodo en el sermón de la misa en honor a la Virgen de las Mareas.
La imagen de la patrona del Nodo salió del templo a hombros de cuatro pescadores ya al filo de la una de la tarde y escoltada por una escuadra de paracaidistas procedentes de la Agrupación de veteranos paracaidistas de Asturias. Quien se quedó a cubierto fue el barco «San Telmo». «Sale la virgen sola. El barco no porque tenemos miedo al agua», anunció minutos antes una integrante de la cofradía parroquial Virgen de las Mareas, guardiana de esta tradición que cada 6 de febrero se celebra en el Nodo y una de las más arraigadas de Avilés.
El canto de la «Salve Marinera» constituyó uno de los momentos álgidos de una procesión en la que no cesaron los sones en honor a la patrona de uno de los barrios más señeros de Avilés.
«La Virgen de las Mareas, dulce faro de la mar, es el amor de mi alma desde que yo supe amar. Ella es mi niñez, mis pasos guió, por eso desde niña siempre la quise yo (…) Desde ese trono de gloria Reina y Madre del amor, escucha a tus fieles hijas, calma su pena y dolor. Que nunca en la vida me olvide de ti, para que en mi agonía te acuerdes tú de mí», se cantó ayer en el Nodo.
Fuente: http://www.lne.es/ – A. P. Gión