POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Hablando en Mieres de programas del corazón, que tanto me acompañan cuando estoy cansado y solo (a otros les gustan los perros), me cuenta la librera Ángeles Cachero, de La Pilarica, que como yo iba a visitarla, por si era yo objetor, quitó del escaparate un libro de la madre de Jesulín, Carmen Bazán. Pero ya digo, siempre me interesaron los programas de animales (soy también seguidor de «Gran hermano» y «Frank de la jungla») y no voy a rasgarme las vestiduras porque existan libros sobre irracionales, ¡y autobiográficos! Precisamente, la gran venta de esos libros, que cuentan derrotas que no dejan cicatrices, o victorias que no alumbran la menor esperanza, permite que subsistan las librerías y que los editores ganen para poder apostar también por obras más dignas, con voluntad de trascender o, al menos, de alejar de la entrepierna el corazón y acercarlo al cerebro.
Fuente: http://www.lne.es/