POR CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE ASPE (ALICANTE)
El crecimiento urbano en las primeras décadas del siglo XX en Petrer se articuló en torno a dos vías claves en la vida del pueblo; por una parte, la calle Gabriel Payá (donde se ubicaban varios edificios significativos) y por otra Leopoldo Pardines (desde donde partía el Camino Viejo de Elda, que unía Petrer con la vecina localidad). La instalación de varias industrias zapateras en la calle Joaquín Poveda (entonces Pablo Iglesias) a modo de polígono industrial, provocó en poco tiempo un importante crecimiento de aquella zona. Así nacería la plaza de España.
En 1934, por iniciativa de la Sociedad Cooperativa Popular de Edificación, empezó a construirse la primera fase de la zona de la plaza de España. El primer presidente de la Cooperativa Popular de Edificación fue Gabriel Brotons Payá y fue el Sindicato Agrícola y Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Petrel (Cooperativa Agrícola de Petrer, c. V. y Obra Social Caixapetrer) quien apoyó y fomentó esta cooperativa que nació y se disolvió en su sede, después de cumplir sus fines sociales al construir 139 casas para sus asociados, en un barrio muy bien emplazado.
Las casas que se levantaron a través de dicha cooperativa comprendían las calles: Cervantes, Menéndez Pelayo, Ventura Navarro, Azorín, Calvo Sotelo (actual País Valencià), plaza Pérez Galdós (actual plaza de España), Gabriel Miró, Rafael Duyos, Luis Andreu, General Yagüe (actual Médico Antonio Payá Martínez), Leopoldo Pardines, Carretera de Elda y Bajo Escuelas (actual Cid Campeador).
La plaza de España es uno de los hitos más significativos del callejero de Petrer. Su primitivo nombre, durante la Segunda República, fue plaza Pérez Galdós, en honor al célebre escritor canario. Su actual denominación se acordó en la sesión plenaria del 18 de enero de 1951. En 1955, se aprobó, después de haberse dado cuenta de que se había llevado a cabo el relleno del parterre de la plaza, seguir efectuando las obras de construcción del mismo a base de enlucido y enlosado de los muros, cuyo coste se calculó en unas 9.000 ptas. En esta misma sesión se expuso que para normalizar las calles que comprendían esta plaza, se colocaran aceras y las escaleras de acceso al jardín enclavado en la misma con arreglo al presupuesto, que se elevaba a 10.000 ptas.
Este popular enclave petrerense que, junto a la plaça de Dalt y la de Baix es una de las más típicas de Petrer, ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de su historia. En los años setenta era una frondosa plaza ideal para que los más jóvenes realizasen todo tipo de travesuras aprovechando su exuberante vegetación, de igual modo las parejas de novios también se servían de estas circunstancias para preservar su intimidad. Hoy es una plaza despejada a la que acuden mayoritariamente familias con niños a jugar y a tomar el sol en invierno o a refrescarse en verano.
Algunos de los primeros vecinos de esta singular plaza fueron los matrimonios formados por Luis Verdú y María Marcos, Santiago Amat y Ángeles Sarrió, Joaquín Maestre y Clotilde García, Luis Gomis y Concha Castelló, José Carbonell y Josefa Gimeno, Eusebio Medina y Bárbara Montesinos.
Esta crónica está dedicada a todos los que tienen recuerdos entrañables vividos en esta plaza y en especial a Reme Molto Vera que, aunque no vive en Petrer, lo adora y lo añora cada minuto de su día a día.
Os deseo desde estas líneas unas felices vacaciones y no olvidéis que tenemos una cita en septiembre. Os espero.