POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

Una gran alegría para todos, que uno de los monumentos más significativos de nuestra localidad, la Plaza de Toros, dentro del plan municipal de embellecimiento de nuestros Bienes de Interés Cultural, BIC, haya recibido una iluminación adecuada y acertada. Una presentación de su belleza, al viajero o vecino que en su entrada o salida de la localidad, abre los ojos, ante uno de los cosos más destacados de la provincia.

Es la tercera plaza de toros, la definitiva, para recordar el ayer y el presente de la historia de la tauromaquia.

Los festejos taurinos se celebraban en la Plaza Mayor. Con anterioridad un grupo de albañiles participaban en la subasta, para las fiestas patronales, celebrar corridas o novilladas. Se responsabilizaban de instalar las gradas de madera y cobrar las entradas.

La segunda plaza de toros, llamada Plaza Real, de propiedad particular D. Dionisio Bueno, estaba situada en la Corredera, tenía una capacidad para unas dos mil quinientas personas, con unos veinte palcos, gradas, chiqueros… Fueron cientos los festejos taurinos, incluso circo, se celebraron en este lugar.

En 1919 el día 8, estaba anunciando el mejor torero del momento Ignacio Sánchez Megías, y Paco Madrid con toros de Samuel Flores. Desde las primeras horas de la mañana numerosos forasteros se habían desplazado a la localidad para ver al torero del momento. Paco Madrid con su cuadrilla descansando en el hotel, pero de Sánchez Megías, que toreó la tarde anterior en Albacete, sin noticias. No quedaba más remedio que esperar… sin que llegase el matador esperado. Devoluciones de entradas, aumento de los honorarios de Paco Madrid y un espectáculo desolador.

Sánchez Megías que había toreado con éxito en Albacete, la tarde anterior, se había encontrado con la famosa cupletista “La Chelito”, y entre copas de manzanilla, la noche no tuvo final.

La Comisión de Festejos, Alcalde y personas notables de la localidad formaron en octubre “Sociedad Anónima Explotadora de la Plaza de Toros de Villanueva del Arzobispo (Jaén).

Un largo periodo de trabajo, con el proyecto del arquitecto Sr. Tortajada que dejó a medias, fue el ingeniero militar D. Ángel Arbex, el que remodeló el proyecto y finalizó las obras. Numerosos problemas para la inauguración del coso el 8 de septiembre de 1928, con una corrida formada por el rejoneador D. Antonio Cañero, y los toreros Manuel Jiménez “Chicuelo”, Vicente Barrera y El Algabeño, con toros de Veragua, y una novillada. (Todos los datos de este periodo, del inédito libro de D. Julio César Bueno, “Historia Taurina de un pueblo, Villanueva del Arzobispo”, procuraremos ofrecerlos próximamente en capítulos).

Volvemos al tema que nos alegra y satisface que los monumentos de la localidad, tengan la iluminación oportuna, sean faros culturales de nuestra historia.

(Fotos: Oficina de Cultura)