POR MARTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE GETAFE (MADRID)

Es una de las siete Puertas que daban acceso a la ciudad de Madrid: la Puerta de Alcalá (situada en la Calle de Alcalá, confluencia con calle Serrano y Parque del Retiro); Puerta del Sol, (centro de Madrid, aunque no se trata de una puerta, propiamente dicha); Puerta de Toledo (situada en la rotonda de la Puerta de Toledo confluencia con la Ronda de Toledo y calle Toledo); Puerta de Hierro (hoy en día se ubica en una zona verde y un campo de golf, en el distrito de Moncloa-Aravaca); Puerta de San Vicente (Está situada en un lugar céntrico, cerca del Parque del Oeste y la Plaza de España); la Puerta de Felipe IV (puerta histórica de entrada al Parque del Retiro) y la Puerta Real o de Carlos III,forma parte del cerramiento del Jardín Botánico, Paseo del Prado). Si excluimos la Puerta del Sol y la de Felipe IV, son cinco las Puertas que realmente daban acceso a la ciudad.

El diseño y obra pertenece al arquitecto italiano Francesco Sabatini. Compitieron con Sabatini otros proyectos por parte de arquitectos españoles: Ventura Rodríguez y de José de Hermosilla, siendo finalmente elegido personalmente por el Rey, el diseño de Sabatini.

Se trata de una puerta de estilo neoclásico y aspecto monumental similar a los Arcos de Triunfo romanos. Se erigió mirando su exterior a oriente en el año 1778.

Fue declarada monumento histórico-artístico en 1976, extendiendo su categoría a la misma plaza de la Independencia.

Desde finales del siglo XVIII, su ubicación final fue adquiriendo relevancia en la ciudad de Madrid, y a finales del siglo XIX era ya uno de sus iconos más característicos que aparece en numerosas ilustraciones de la ciudad.