POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA
A finales de enero de 1901, en las salinas se declararon en huelga trescientos obreros, pertenecientes a la Sociedad de Obreros Cargadores de las Salinas. Se inició el día 28, continuando los días siguientes en el mismo estado. En las salinas trabajaban otros trescientos cargadores que no estaban asociados.
Los huelguistas pedían un aumento de jornal y disminución de las horas de trabajo, permaneciendo en actitud pacífica.
El gobernador civil de la provincia, Antonio Galdó Chapulí, ordenó la reconcentración de la guardia civil de los pueblos cercanos en Torrevieja, con la finalidad de evitar coacciones a los trabajadores que se unieron a la huelga.
En 1902, se dio en Torrevieja un mitin de propaganda socialista y se volvió a celebrar la Fiesta del Trabajo del 1º de Mayo produciéndose el ingreso en la UGT, poco después, de las sociedades obreras de Albañiles y Marineros y Salineros.
En octubre, el alcalde, Rafael Sala García, tuvo que interceder de nuevo por sus vecinos enviando un informe al gobernador civil, junto con una instancia firmada por gran número de socios de `La Unión´, solicitando el descanso dominical.
El día 10, se declararon en huelga ochocientos obreros de las salinas. El motivo fue el haber despedido a cuatro barqueros que se negaron a trabajar en domingo. Reinó tranquilidad. Al día siguiente, a las nueve y media de la mañana el gobernador civil López Oyarzabal telegrafió al alcalde de Torrevieja ordenando que se reuniera la Junta de Reformas Sociales y que se practicara cuantas gestiones fueran necesarias para conseguir una avenencia entre el director de las salinas y los huelguistas. También se giraron órdenes de concentración de la benemérita en los puestos inmediatos a Torrevieja, resolviéndose sin incidentes.
El marzo de 1903, comienzan las pruebas y puesta en funcionamiento de una fábrica de molinería y panificación que estableció en Torrevieja Diego Picazo, bajo la dirección de industrial alicantino Juan Urios. Todo el pan que se fabricó fue repartido entre los pobres.
Y el 1º de Mayo los obreros de Torrevieja, celebran la fiesta del trabajo con una gran manifestación en la que lucieron banderas, sobresaliendo entre ellas las de la Sociedad de Obreros, de raso, primorosamente bordada con letras de oro por la señorita Maruja Bru.
La banda de música, entonando el himno de Riego, acompañó a la manifestación en la que tomaron parte más de cuatro mil obreros que hicieron huelga general en dicho día.
Por la noche hubo reunión de en el Círculo de Obreros, pronunciándose entusiastas discursos que fueron calurosamente aplaudidos, sobre todo el del presidente de la sociedad Antonio Rovira. Se dispararon numerosos cohetes y fuegos de artificio; la banda de música tocó un selecto repertorio obsequiándosela a la sociedad con dulces y licores.
El local del Círculo de Obreros estaba adornado con vistosas colgaduras, siendo muy visitado durante todo el día y la noche hasta las primeras horas de la madrugada en la que los obreros de Torrevieja se retiraron a sus domicilios satisfechos y contentos de la jornada.
Durante esos años, la organización obrera de Torrevieja, dirigida por los socialistas, pero sin llegar a constituir el PSOE, siguió aumentando: en 1903 ingresaron en la UGT los Fogoneros y Marineros y en 1904 los Panaderos.
La evolución asociativa tuvo severos reveses, y en enero de 1904, el consignatario Ballester, y Roig, administrador de las salinas, despidieron a todos los obreros asociados.
A mediados de abril, la arcaica tranquilidad de la población fue interrumpida por grave suceso. Más de treinta albañiles asociados, poco conformes con la conducta de algunos compañeros que no pertenecían a la sociedad, y que trabajaban de sol a sol en virtud a su derecho, esperaron a éstos a la salida de la obra, agrediéndose tumultuosamente.
Los obreros atropellados fueron tres y un chiquillo de trece años. Los autores del atropello fueron 34. El chiquillo fue el más perjudicado al ser apaleado por querer defender a su padre; el padre salió magullado y abofeteado por trabajar más horas de las que debía, según los compañeros. El hecho causó extrañeza e indignación, ya que los implicados eran personas consideradas en la población como personas honradísimas, “hijos del trabajo”, que no tenían una tacha en su conducta, siendo apreciados e incapaces, hasta ese momento, de hacer daño a nadie.
El sargento de la guardia civil, Venancio Andrade, y las demás autoridades, a las órdenes del alcalde Rafael Sala, trabajaron para castigar a los agresores, haciendo diez detenciones. Los albañiles continuaron su huelga.
A finales de 1904 los obreros salineros crearon una nueva sociedad denominada “La Fraternal Torrevejense”, pero como sucedió en el resto de la provincia, a partir de 1905 comenzó una decadencia del movimiento obrero organizado y hubo “persecuciones, expatriaciones y atropellos mil” contra los obreros conscientes.
El 18 de septiembre de 1906, por la mañana, en el teatro circo de Torrevieja, se verificó, ante numerosa concurrencia, un mitin obrero, presidido por el de la Sociedad Centro Obrero, Ángel Alarcón, presentando a los trabajadores de ésta a varios oradores de Alicante, entre los que se encontraban Verdes Montenegro, y el presidente de la Federación Obrera Española, Valentín Ferrer.
Los oradores, en sus diferentes discursos, abogaron por emancipación del proletariado, por la equitativa repartición entre el capital y el trabajo de los beneficios de la producción, y por la defensa de los intereses materiales, de la higiene y de la instrucción de la clase obrera.
Excitaron a los trabajadores a que se sumaran a los cuatrocientos mil obreros asociados que hay en el mundo, haciéndoles comprender los beneficios de la asociación, abriendo franca y abierta guerra a a las asociaciones y montepíos patronales, que eran, según sus teorías, una rémora para el buen desenvolvimiento de la vida de las federaciones. Todos los oradores fueron aplaudidos, reinando en la reunión un orden y compostura.
(Continuará)
Fuente: Semanario VISTA ALEGRE. Torrevieja, 9 de noviembre de 2013