POR GUSTAVO ADOLFO FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE GRADO (ASTURIAS)
La sidra es símbolo de toda Asturias y Grado tiene su propia historia vinculada a la bebida regional por excelencia. Tal vez desconocida para muchos, el cronista oficial del concejo, Gustavo Adolfo Fernández, desveló ayer en la Casa de Cultura muchos detalles de la tradición sidrera moscona, sobre todo de sus llagares y de los establecimientos más emblemáticos en los que el caldo fue siempre la estrella. Lugares míticos como El Infierno, Casa Sindo, El Llagarón, Tarrazo, Conchano, Calabión o Pepe el Bueno son solo algunos de los ejemplos citados en un evento que es parte del programa de actos por el primer aniversario de la apertura de la sede Fontela del Museo Etnográfico que expone la muestra «Villa ya mercáu».
«Cuando en Grau se vivió de la sidra» fue el título de la charla y, en efecto, durante la intervención de Fernández, se señaló que fue forma de vida en algunos casos. La intervención abordó «los llagares, sidrerías e industriales del concejo que a lo largo de la historia se dedicaron a profesionalmente a la sidra en el concejo moscón, pero sin olvidar a las decenas de llagareros locales que producían y vendían su propia sidra, sobre todo antes de la Guerra Civil», dijo el cronista, que desde esa faceta trabaja en la publicación de un estudio sobre el tema que tiene bastante avanzado, según reveló.
Mencionó que en el libro «Grado y su concejo», de 1907, ya aparecen varias noticias y pistas históricas sobre la sidra en las primeras décadas del siglo XIX. Entre los ingresos de la villa en el año 1800 se consignan «270 reales como adeudo o carga a la sidra, más que el mercado (200 reales) dato significativo». Fernández destacó además que hay 37 referencias distintas de fabricantes y vendedores de sidra entre 1901 y 1947. «También en Grado existió una fábrica de sidra champagne, La Reina de Asturias, que se da de alta en septiembre de 1913, y cuya marca consta como concedida el 30 de diciembre de 1914 en el Boletín Oficial de Propiedad Industrial. Su dueño era Manuel Fernández Miranda, padre de Pepín Fernández Rodríguez, famoso comerciante moscón que años después fundaría Galerías Preciados», señaló el cronista de Grado.
Repasó las referencias históricas hasta el siglo XIX o la situación del sector en el siglo XX. Hubo también mención a los llagares de espicha de El Infierno y Casa Sindo, además de a otras sidrerías históricas.
FUENTE: https://www.lne.es/grado/2024/02/29/grado-tuvo-sidra-reina-asturias-98801821.html