POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Cuando el 8 de diciembre de 1854 el Papa Pio IX, mediante la Bula «Ineffabilis Deus», proclamó solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción de María (o Purísima Concepción de María), reafirmó con exigencia de fe lo que desde muchos siglos atrás la iglesia occidental, y muy en concreto la española, venía sosteniendo en sus devociones.

Pensemos, por ejemplo, que la primera Cofradía española, bajo la advocación de la Inmaculada, es gerendense y data del año 1330.

Fueron diversos obradores de confitería, muchos de ellos con cuna andaluza, los que «bautizaron» con el nombre italiano de «pío nono» (Pío noveno en castellano) a ciertas dulcerías de origen andalusí para celebrar y recordar el dogma inmaculista. Hay referencias de ello ya en el año 1858 y nos consta que nuestro don Leopoldo Alas, «Clarín», en su genial «La Regenta» (1884), fue el primero en citar esas dulcerías como «piononos» (en una sola palabra).

No obstante, suele designarse al confitero CEFERINO ISLA quien en su confitería CASA ISLA, DE SANTA FE (Granada), en 1897, dio rango de universalidad a este «postre santo» que, en envoltura de bizcocho, encierra la suavidad de una crema pastelera coronada por una «tiara papal» decorada con azúcar requemado- Son los famosos «piononos de Santa Fe», diferentes de los elaborados en Asturias.

LA RIERA DE COVADONGA, en Asturias, es parroquia a la sombra de los Picos de Europa y puerta de entrada al grandioso y espectacular entorno mariano de Covadonga emblema de la más arraigada devoción a la Virgen, antes llamada «de las Batallas».

LA RIERA DE COVADONGA, el próximo día 8, estará de fiesta. Y aunque esa parroquia se acoge al patronazgo de «LOS SANTINOS» (Los Santos Niños Justo y Pastor), siente también la materna protección de María Inmaculada; de «la Purísima», como decimos en Asturias.

Un pueblo pequeño y una devoción grande.

¡Enhorabuena!