POR MARÍA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE FRAILES (JAÉN).
El año 2020 será recordado por un tiempo marcado por la pandemia que ha afectado al planeta, el nuevo coronavirus COVID-19 que ha hecho que toda actividad se paralice, y en el tema que nos ocupa, toda fiesta y romería de nuestra tierra andaluza no ha podido ser celebrada por el riesgo de contagio y para seguridad de las personas. Por tanto, hemos vivido un hecho histórico, como así sucedió en siglos pasados por otras circunstancias de otras épocas. Para este año 2021 el Obispado ha hecho público un decreto, que rubrica el obispo Amadeo Rodríguez, a través del cual se suspende, a causa de la pandemia provocada por la COVID-19, la romería de la Virgen de la Cabeza. En la romería de la Hoya del Salobral se repiten los mismos esquemas. Pera para este año de 2021, nuestro párroco Miguel Ángel Soto, propone para el día 25 de abril, día en que se ha de celebrar la Romería que la celebración de la Eucaristía sea a puerta cerrada en la Ermita de la Hoya del Salobral, y el acceso a la misma solo con invitación. Tomarán protagonismo las redes sociales, retransmitiendo la Misa por las mismas.
En el límite entre las provincias de Jaén y Granada, en las estribaciones de la Sierra de Alta Coloma, en una hoya formada por las sierras de la Montillana y del Trigo, en el actual término de Noalejo (Jaén), se encuentra la Hoya del Salobral. Caserío del municipio de Noalejo, a unos 18 kilómetros del municipio y con unos 300 habitantes.
Entre las lomas que rodean a esta hoya destaca en cerro de La Mesa, mas por su significado para los devotos que por su altitud, que viene a ser sólo de unos 1.400 metros. Para llegar hasta su cima se han mejorado considerablemente los accesos construyéndose además en la cumbre una explanada, lo que permite el estacionamiento de vehículos y que estos entren y salgan por lugares diferentes.
La Ermita e Imagen
El año 1966, nueve hombres de la Hoya fueron a Granada, para adquirir una imagen de la Virgen de la Cabeza y colocarla en la ermita que habían construido en lo alto de la loma de la Mesa.
La ermita ha sufrido varias transformaciones hasta llegar a su aspecto actual debido al aumento de fieles que años tras año concurren en la romería. El lugar elegido para su construcción fue el que según la tradición se le había presentado la Virgen a Custodio Pérez Aranda, mientras rezaba en una cueva situada en lo alto de una loma; un poco más abajo fue el lugar elegido para la construcción de la pequeña ermita. Una ampliación se hará construyendo la nave y dejando la primitiva ermita como camarín. Luego vendrá otra ampliación por los laterales, y otra por los pies. En 1999 se le añadió a la fachada una espadaña con tres campanas, y se arregló esta colocándose dos placas de azulejos en las que se cuenta la leyenda del pastor de Colomera y su paso por esos lugares en una y en otra la referencia a la construcción de la ermita.
No tiene gran valor artístico la imagen, pero si tiene un enorme valor sentimental para los romeros que se acercan hasta la ermita y le llevan su cariño y plegarias. Los devotos le han regalado mantos a su querida virgen, y las flores frescas no le faltan en ninguna época del año. Alrededor de la ermita se han ido construyendo casas de las hermandades que, cada año participan en la procesión y que dan cobijo a los hermanos y forasteros que acuden como romeros cada final de abril. La imagen es una representación de la Virgen de la Cabeza de Andújar, con ricas vestiduras y el niño en los brazos.
La Romería
En torno a la festividad de san Marcos, en las postrimerías del mes de abril, al igual que en el cerro del Cabezo de Andújar, se viene celebrando la romería de la Hoya del Salobral.
Se había iniciado a finales de los años cincuenta, pero será en la década de los sesenta del siglo pasado cuando la fiesta adquiera el volumen y la importancia que tiene en la actualidad, donde el último domingo de abril se dan cita alrededor de 4.000 personas en el cerro de la Mesa de la pedanía de Noalejo.
En un principio la romería se celebraba el día de la Asunción, día en que había muerto Custodio Pérez, el mayor taumaturgo de la Sierra Sur; pero luego se pasó a la fecha actual. El sábado inmediatamente anterior a la fiesta los niños de la Hoya y de los cortijos cercanos hacen la Primera Comunión, es la primera señal del día grande de fiesta.
El último domingo de abril de cada año, un reguero de coches escalan la sierra para alcanzar la ansiada meta: ver a la Virgen. Mientras, en el Prado, inician su marcha las cofradías para llegar al cerro en donde se celebrará la Eucaristía. Acompañados por un estruendo de cohetes y tambores, alrededor de las diez de la mañana las cofradías se dan cita en el Prado, y por riguroso orden inician su ascensión hasta el lugar en donde se encuentra la ermita, pero antes se pasa por la casa que fuese de Custodio Pérez Aranda. Cuando se llega a la plazoleta en donde se ubica la casa, se inclinan las banderas y los tambores hacen sentir su sonar en toda la Hoya, luego se prosigue el camino hacia la ermita.
Una vez que todas las hermandades han llegado al templo, se inicia la Santa Misa, que suele ser oficiada por el párroco de Frailes. Si el tiempo acompaña, la imagen se coloca en la escalinata que da acceso al templo en donde se celebrará la eucaristía; una vez finalizada ésta dará comienzo la procesión. La imagen de la Virgen de la Cabeza es llevada a hombros por cuantos lo desean, aunque es difícil hacerse un hueco debajo de las andas para llevar tan preciado tesoro.
Se inicia el recorrido por la explanada con los vítores enardecidos de los romeros y con el repetido toque de las campanas. Las hermandades y los files que así lo desean pertrechados con velas, y en ocasiones descalzos, acompañan a la Virgen en su recorrido por espacio de algo más de dos horas. Cada hermandad costea su música y se adorna con aquellos elementos que consideran llevan a un engrandecimiento de la fiesta. Como en tantas otras facetas de la cotidianeidad, la moda también esta presente, y si en los primeros años lo más frecuente eran las mujeres ataviadas con la mantilla española, progresivamente se ha ido introduciendo con mucha fuerza el traje de flamenca. También hay hermandades que se visten con el refajo bordado que en otro tiempo lucían con tanto garbo las mujeres serreñas. Los Hermanos Mayores adornan con sus bandas que cruzan pecho y espalda, bordadas o pintadas con motivos marianos, y que son símbolo de su autoridad. Las llevan no solo el Hermano Mayor del año, sino también el del año anterior, y el del venidero. Una vez que la imagen, acompañada por una multitud de romeros, ha recorrido la explanada, vuelve nuevamente al templo y se da por finalizada la función religiosa.
Los romeros, entonces, van en busca de sus coches, y de sus viandas, se reparten por la zona y comen las meriendas que trajeron de sus casas, aunque ya proliferan un gran número de chiringuitos que hacen posible el refrigerio para aquellos que no han llevado su capacha.
Tras la comida se inicia el éxodo hacia los lugares de origen. Ya nada queda que hacer, han visto a la Virgen, han visitado la cueva del “Santo Custodio”, han compartido la comida que trajeron sobre todo productos de la matanza y de sus corrales, cuyas carnes preferidas eran el conejo frito y el pollo con tomates, y, si el tiempo lo ha permitido, han disfrutado de un delicioso día de campo.
Las Hermandades de la Hoya del Salobral y de Frailes
La de la Hoya del Salobral es la hermandad matriz, de la que surgen las demás hermandades; es la más numerosa y activa y la que se encarga del ornato y limpieza de la ermita.
Entre sus cofrades se encuentran no solo giennenses, sino también granadinos, malagueños, etc. Y de otras regiones de España, tales como madrileños, catalanes, etc., en su mayoría descendientes de emigrantes que continúan con la devoción de sus mayores.
Su casa de hermandad fue la primera que se edificó y es la que se encuentra más próxima al templo. Es esta cofradía la que parte en primer lugar en el cortejo procesional de ascenso al cerro y la que va más cerca de la Virgen en su paseo por la explanada.
Cada viernes santo se reúnen los cofrades y eligen al hermano mayor que, junto a los entrantes y salientes serán los encargados de bajar a la Virgen, colocarla en las andas y ponerle los adornos de flores el día de la romería.
La cofradía de Frailes es la segunda en el séquito procesional. En los primeros días del mes de marzo se juntan los hermanos cofrades y eligen al que será el hermano mayor que los representará en todos los actos que tengan relación con la cofradía. Él será el encargado de cobrar las cuotas y hacer los preparativos necesarios para que todo salga adecuadamente como viene siendo costumbre.
El último domingo de abril, por la mañana temprano, todos los cofrades se dan cita en la casa del hermano mayor, desde donde parten en dirección a la iglesia parroquial de Santa Lucía de Frailes, y de allí se parte hacía las eras del Mecedero desde donde se toma el autobús, parten para reunirse con las demás cofradías en El Prado de la Hoya del Salobral.
La Cofradía de Alcalá la Real de la Virgen de la Cabeza, una de las cofradías mas antiguas de Alcalá, siempre ha querido hermanarse con ésta de Frailes, pero no encontraron respuesta de los fraileros.
Desde la villa de Frailes, apenas si va gente a la romería de Andújar, aunque si que se peregrina a lo largo del año; tal vez por la cercanía o por el magnetismo que produce el “santo Custodio” entre los mayores, los fraileros participan masivamente la romería de la Hoya del Salobral.