Córdoba tiene y mantiene numerosas asociaciones de todo tipo y en tantos ámbitos, que resulta casi imposible conocerlas a todas. Ayer, tuve la ocasión y el gozo de conocer una de ellas, LA ASOCIACIÓN DE ABUELOS DEL COLEGIO DE LA SALLE, QUE PRESIDE JOAQUÍN CRIADO.
En estas fechas cercanas ya a la Semana Santa, se celebró un encuentro en el colegio, que tuvo como pórtico una Eucaristía, para escuchar así la Palabra de Dios, y a continuación, una reunión con aire formativo, donde se fueron exponiendo diversos temas, abiertos a mensajes actuales, sugerencias nuevas, testimonios clarividentes. Hablamos primero de los requisitos que han de tener los buenos abuelos, o si se quiere, cuáles han de ser sus principales cualidades.
La primera cualidad que han deben tener unos buenos abuelos es que entre ellos se quieran mucho. Tienen que ser un ejemplo para sus hijos y para sus nietos. La segunda, que nunca desautoricen a sus hijos, padres de sus nietos, para que puedan aumentar su autoridad. La tercera, cuidar con especial esmero la educación en la sobriedad. La cuarta, que no se quejen nunca, que sepan aceptar con alegría las contrariedades de la vida.
A estas cualidades, podríamos añadir algunas más para esta hora: que se les vea rezar, si se consideran y se manifiestan como creyentes; que estén alegres y sepan manifestar esa alegría como una consecuencia de la paz interior; que sepan aconsejar con espíritu tranquilo, ya que la experiencia es un manantial de nuevas sugerencias; que acentúen la bondad y la dulzura en sus palabras. Asimismo, a lo largo del diálogo, se sugirieron otros valores que han de tener y mostrar los abuelos como destellos de su sabiduría y experiencia: una correcta autoestima que sepan transmitir a los demás.
No perdemos lo que somos con los años, sino más bien, nuestra dignidad va quedando más perfilada por la experiencia. Junto a la autoestima, la unidad de vida y la coherencia personal, virtudes que nos abren horizontes luminosos y esperanzadores. Y sobre todo, los abuelos han de ser protagonistas de encuentros enriquecedores, dado su saber y su experiencia. La vida es el arte del encuentro. Y encuentro tras encuentro vamos mejorando. La asociación «Abuelos de la Salle» vivió ayer una jornada festiva y memorable.
Supieron aunar la riqueza de esos tres encuentros que marcan nuestros pasos: el encuentro con Dios, con nosotros mismos y con los demás, con tantos como llaman a la puerta de nuestras vidas y sabemos abrirles el corazón. Tras la reunión formativa, la convivencia fraternal. Fue, ciertamente, un día especial, en el que brilló la silueta de los «abuelos» con toda su riqueza humana y su sentido sapiencial. Porque, en palabras de Graham Greene, «en el fondo de nosotros mismos siempre tenemos la misma edad».
Fuente: <a href=http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/salle-encuentro-abuelos_872124.html>http://www.diariocordoba.com/</a>