Los cines y las sociedades tuvieron un especial protagonismo en la vida social de la época, de forma especial en los núcleos rurales, dinamizando la actividad social, la cultura y el progreso. Hasta seis cines llegaron a existir en el municipio de Ingenio: Universal, Moderno y Plaza (Ingenio); Plaza, Morales e Iberia (Carrizal); y cinco sociedades de Instrucción y Recreo: La Juventud y La Democracia (Ingenio), Unión Fraternal y Unión y Progreso (Carrizal) y Colonial (Majoreras-Puntillas). Pasada la década de 1960, el cambio en las costumbres, la diversificación de las comunicaciones, la irrupción de la televisión y todo tipo de dispositivos electrónicos de comunicación, ocio y consulta, han hecho desaparecer todos los cines, y de las sociedades de Instrucción y Recreo sobrevive solamente la sociedad Unión Fraternal.
Dedicamos el presente trabajo a la más desconocida de las sociedades de Instrucción y Recreo, conocida por Unión Colonial, situada en lo que en su momento fue un barrio y casas dispersas en expansión, gracias en gran manera al cultivo y empaquetado de tomates, que en la actualidad conforma la zona de las Majoreras-Puntillas, altamente antropizada por el desarrollo del aeropuerto y la autopista del sur.
Atravesado el barrio por los históricos Camino de la Madera y Camino Agüimes-Gando (desaparecidos) y a principios del siglo XX la carretera Carrizal-Telde; regadas sus tierras por las aguas del heredamiento de las Majoreras, se desarrolla urbanísticamente en los últimos tiempos en torno al almacén de Fyffes-Bonny y va tomando importancia como barrio periférico al crearse en 1931 la primera escuela que hacía la séptima del municipio y la primera fuera de los núcleos urbanos del casco de Ingenio y Carrizal, configurada como escuela mixta con la denominación de Barrio Costa.
Según Agustín Ramírez Alemán en su librito Carrizal, apuntes para la historia, allí existió una Sociedad de Instrucción y Recreo llamada Unión Colonial, ubicada en la primera casa que se hizo donde hoy están las escuelas, propiedad de osé Artiles Franco que luego vendió a Juan Muñoz Mayor, añadiendo que por allí estuvo también la primera escuela mixta del barrio de la Costa o Barrio Costa (topónimo desaparecido), siendo dicha sociedad muy reconocida por sus animados bailes.
Fuentes orales nos indican que sus instalaciones se encontraban en un local y casa junto al paso aéreo de peatones a la derecha de la antigua carretera aeropuerto-Carrizal en lo que en la actualidad viene a ser el barrio de Las Majoreras, que posteriormente fue almacén de empaquetado de tomates regentado por Américo Falcón Betancor. Estas instalaciones han desaparecido casi por completo.
Las noticias sobre su actividad la hemos recogido de fuentes de hemeroteca a partir de principios del año 1935 sobre una verbena que tuvo lugar el día 20 de enero. Desde las diez de la noche empezaron a congregarse en el salón grupos de simpáticas señoritas de la localidad, quedando momentos después completamente lleno de jóvenes que no cesaron de bailar hasta avanzadas horas de la noche, donde reinó el orden y la diversión, debiéndose el éxito de este punto de partida a los aciertos de su junta directiva y jóvenes socios que ya hacían planes para que en breve plazo tuviera continuidad.
Un baile se volvió a repetir el domingo día 24 de febrero a partir de las nueve de la noche, prometiendo estar muy divertido por la animación que existía entre las chicas del lugar, esperándose la asistencia de bellezas de otros pueblos, previamente invitadas por los socios, así como gran número de transeúntes, superando los festejos anteriores. La nota publicitaria de la época animaba a toda la población joven dispersa por toda la Costa de Gando hasta Carrizal: «Para divertirse venid a pasar unas horas a la Sociedad Colonial de Las Puntillas».
Ya en el año 1936 hay constancia documental de una verbena programada para el 22 de marzo que el corresponsal del periódico LA PROVINCIA en el Valle de los Nueve se encargaba de hacer llegar a los lectores, repitiéndose el 26 de abril que prometía estar animadísima por el entusiasmo que reinaba entre la juventud del lugar.
La sociedad a cuyo frente se encontraba el señor Muñoz ya contaba con un magnífico aparato de radio-gramola en un baile que resultó muy divertido ya que las chicas del lugar respondían con su presencia a dar más brillantez al éxito de las verbenas y festejos que la junta directiva proyectaba a fin de pasar unas horas agradables y a la vez llamar la atención de los transeúntes, dándose la circunstancia de la presencia no solamente de las chicas de los alrededores, sino también un grupo de muchachas de Fataga que acudieron al evento y fueron espléndidamente atendidas por los socios.
Las últimas noticias que tenemos documentada sobre un baile en la sociedad Unión Colonial corresponde a la anunciada para el domingo día 7 de junio de 1936 a un mes escaso del comienzo de la guerra civil española.
Por la década de 1940, carente de fondos y en la imposibilidad de pagar los alquileres, la sociedad entró en decadencia. Presidida por el chófer de profesión Francisco Muñoz Santana en la que actuaba como secretario Juan Jiménez Amador, el dueño del edificio, Juan Muñoz Mayor, domiciliado en Las Puntillas, formula el 22 de noviembre de 1948 demanda en el Juzgado en juicio verbal de desahucio contra el presidente de la entidad para que fuera condenada la sociedad que representaba a desalojar la totalidad del inmueble que ocupaba con el carácter de inquilino, fundando la demanda en la falta de pago de mensualidades desde junio de 1944 a 30 de octubre de 1948, o sea, 52 meses, vencidos en razón a 50 pesetas mensuales, cuyo importe ascendía a 2.600 pesetas. Todos los requerimientos que se le habían hecho con anterioridad habían sido inútiles. Vistos los hechos, el juez comarcal de Ingenio falla estableciendo que tan pronto como fuera declarada firme la sentencia y dentro del término de dos meses se debía desalojar y dejar a libre disposición del dueño la casa que ocupaba la Sociedad, condenándola además al pago de las costas del juicio.
El desalojo debió demorarse ya que por el mes de marzo de 1949 el juez comarcal se dirige al Gobernador Civil para que siendo inevitable la ejecución de la sentencia recaída, el Juzgado se veía en la necesidad de contar con el auxilio de una pareja de la Guardia Civil del puesto de Agüimes con el objeto de acompañar al Juzgado a practicar la ejecución de la sentencia programada para el 5 de abril y hora de las diez y siete.
Ese día, constituido el Juez Segismundo Bertrana Perera en el pago de las Puntillas acompañado de una pareja de la Guardia Civil del puesto de Agüimes se procedió a dejar expedito el local sin oposición alguna. Seguidamente se desalojaron otras dependencias de la Sociedad, encontrándose en la misma la esposa del conserje Antonio Santana, manifestando que su cónyuge la ocupaba desde hacía años por haber sido conserje de dicha sociedad, la cual se encontraba cerrada desde hacía muchos años. Acto seguido se le hizo entrega al presidente de todos los muebles, entregando las llaves del local al dueño Juan Muñoz Mayor, dándose por terminado el procedimiento, desapareciendo así la histórica entidad costera.
En la actualidad los núcleos urbanos Majoreras-Puntillas son barrios plenamente consolidados con fácil acceso a la autopista general del Sur pero con las limitaciones que le impone la servidumbre del aeropuerto de Gando, con una larga y rica historia detrás como fue la existencia de la sociedad Unión Colonial que hoy comentamos.