POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Decía yo que la tele engorda y resulta extraño que nadie haya inventado esa lente convexa, ese filtro que estilice, que funcione como el ojo astigmático del Greco, si es que era el suyo un problema de astigmatismo, y me da que no, al menos no de nacimiento ni lo fue hasta que llegó a Toledo, en 1577 o así, con 36 añitos. Le tele, sea como fuere, tiene esa lente convexa, esa mirada o expresión boterista, que engorda como los espejos de feria, que pondera la volumetría, y para equilibrar ese caldo gordo estimuló una moda compensatoria en la que sus personajes se mantienen un cinco por ciento más delgados del estándar; de este modo, al sumar el defecto de la lente se compensa y se proyecta la talla que mola. Creo, somos tan tontainas, que si el cine mudo hubiera continuado hasta hoy, estaríamos todos expresándonos con cartelitos y caminando a cámara rápida.
Fuente: http://www.lne.es/