POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
La tuberculosis, un verdadero azote de la humanidad, ha sembraba el pánico en un pueblo pequeño como Ulea hacia el año 1929, pues en el último año han sido muchos los fallecidos y más, los infectados que carecen de los remedios y medios para curar la enfermedad.
Ante tal problema sanitario y humano se ha apoderado el temor en todos los ciudadanos. El Gobernador Civil, celoso de la salubridad pública, edita en los diarios murcianos ‘El Tiempo’ en su edición de la mañana y ‘La Verdad’ de los días 3 y 5 de octubre de 1929, el siguiente mensaje:
La compleja enfermedad de la tuberculosis, verdadero azote de la humanidad, ha ocasionó en el pueblo 39 muertos, encabezando la lista porcentualmente con el número de habitantes de todos los municipios de la provincia.
Insistía el Gobernador en instruir al pueblo en las reglas de la profilaxis, siendo uno de los motivos de mayor propagación de la tuberculosis: la vivienda malsana. El citado Gobernador, tan celoso de la salud pública, como en el inexorable cumplimiento de sus deberes, ha dictado disposiciones para realizar el censo sanitario de las viviendas; y así conocer las condiciones de habitabilidad en que se encuentran y, en todo caso, para que sean sometidas a una desinfección exhaustiva y conveniente.
Terminó su magistral disertación dejando probada y patentizada, su labor enaltecedora en beneficio de la salubridad pública, que le acredita como inteligente, y experto Inspector de Sanidad.
Este discurso, celebrado en el salón del Teatro Victoria de Ulea, cedido por su propietario, Julián Valiente y arropado por el Alcalde, Gumersindo Cascales Carrillo, estuvo corroborado por la inquietante realidad de afectados y fallecidos. A su vez transmitió una gran esperanza en conseguir los mejores resultados con las medidas sanitarias que se pondrán en marcha; desde este mismo momento.
La concurrencia muy numerosa, y entre los que acudieron muchos familiares de los afectados, aplaudió al orador con lágrimas e ilusión.