POR MARGARITA TORRES, CONCEJALA DE CULTURA DE LEÓN
universidad de Murcia
El regidor del Ayuntamiento de León, Antonio Silván, hace más de dos décadas que vive de erarios públicos. Un período similar al que lleva Margarita Torres, su actual segunda teniente-alcalde, y con nómina de profesora titular de la Universidad de León desde el año 1996.
Por razones obvias, pareciera que ambos políticos deberían velar por el interés de los ciudadanos atendiendo especialmente las necesidades y los cuidados de los servicios e instituciones de propiedad pública. Pero, ni uno ni otra se guían por estos principios
La denuncia que ha hecho esta semana el grupo municipal “León en Común” enseña los desvelos de la concejala-profesora Torres Sevilla, con la venia de la alcaldía, para facilitar el aterrizaje en León de una institución privada que pretende poner en marcha un campus de Ciencias de la Salud en nuestra ciudad.
Cualquier institución o empresa privadas tienen derecho a instalarse en este municipio, también la UCAM. Otra cuestión es la implicación gubernativa más allá del decoro que la hace sospechosa de todos los favores posibles. Incluidos los beneficios personales que de ello se esperan.
No es de recibo que teniendo esta provincia una universidad de titularidad pública, desde el gobierno municipal se coloque una alfombra de oro para facilitar la llegada de un centro universitario de titularidad privada y de dudoso lustre académico.
Grosso modo, la UCAM ofrece cerca de doscientos estudios universitarios. Su dueño es un laico perteneciente a la organización ultra católica Camino Neocatecumenal. En dos décadas ya ha ingresado en las arcas vaticanas más de treinta millones de euros.
José Luis Mendoza que así se llama este ex misionero, hoy casado y con 14 hijos, y que afirma que “fuera de Dios no hay nada”. Ángel Santiago Ramos
