POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Este es el recuerdo que hoy rescato de mi artículo publicado en la Revista de Feria de Montijo de 1986. Es de una paisana, Elvira Quintana Molina (Montijo 1935-México 1968). Una artista que un día tuvo que emigrar a México, país donde triunfó, debido a la incivil guerra entre españoles. Hija de Pedro María Quintana Gragera, hombre culto, intelectual, poeta, redactor-jefe del periódico local ‘El Avance’, concejal del Ayuntamiento y republicano radical que fue fusilado en Badajoz.
Elvira Quintana fue cantante, actriz de cine, poeta y pintora. Nació en el número nueve de la calle Alonso Rodríguez. En aquel artículo de la Revista de Feria de 1986, pedía que una calle de Montijo llevara su nombre, y así fue años después. Y año más tarde la Asociación de Mujeres de Montijo decidió llevar su nombre.
Ando ahora recopilando la documentación necesaria para presentar en el XLVI Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales la vida de Elvira Quintana, porque Elvira fue una mujer exquisita y artista en toda la extensión de la palabra. En el cine, en el teatro y la televisión se ganó la simpatía y admiración del público. Pero hay aspectos de una gran delicadez espiritual: Elvira escribía versos, dibujaba y pintaba. Su alma, un alma sensible es la que transmitiré en este Congreso.