POR ANTONIO ILLANES VELASCO, CRONISTA OFICIAL DE PUENTE GENIL (CÓRDOBA).
Tirando de recuerdos me vino a la mente, que podría ser un buen tema, escribir acerca de la antigua Iglesia y eso me decidió a hacerlo. Teniendo en cuenta que dentro de unos días, a primeros de Mayo se celebrará su Novenario y se celebrarán sus tradicionales Loas Marinas. Habrá también Función solemne, procesión y por último muy vistosos fuegos artificiales para finalizar dichos actos. Fue construida hacia 1.925, no era muy amplia, la Iglesia de la Realeza de María , Compañía de María se construye años después, al igual que la de San José, se escogió este nombre por ser eminentemente en aquél tiempo un barrio de trabajadores. Durante muchos años esta Iglesia fue la única que hubo en este barrio nuevo, para diferenciarlo del barrio histórico. Su estilo escogido en su edificación, fue el estilo neogótico, acabada en una elegante espadaña que hacía juego con la airosa fachada y el rosetón de volutas y cardos que a través de los huecos de sus adornos de yeso, cerrados por ventanas interiores, comunicaba con la iglesia a través del coro y con el exterior. Fue realizada por el acreditado maestro de obras, Agustín Prieto Cáceres en la fecha indicada al principio.
Del maestro de obras se conserva actualmente la mansión de los Torres – Rivas, realizada en 1.918, como se indica en un escudo o cartela que remata la fachada, está situada en la calle Santa Catalina, y es conocida por la casa verde, dado su revestimiento de azulejería en ese tono y las vistosas yeserías blancas de los dinteles de puerta, ventanas y balcones que le hacen parecer una gigantesca tarta o la sin par bandera andaluza. Volviendo al tema que nos ocupa, era una Iglesia de proporciones modestas, más bien Ermita. Poseía solo una nave que a la derecha formaba una capilla, donde recibía culto Santa Teresa de Jesús Jornet. La Iglesia la recorría en su parte alta una cenefa de estilo modernista con un bello esgrafiado, no era excesivamente artístico , pero quedaba bien, tenía un retablo de estilo neogótico de la fecha de su construcción que ahora se encuentra en la capilla particular de una finca rural, es sencillo en su ejecución, destacando de él, unas repisas parejas, con cardos entrelazados y doradas que sostenían las imágenes laterales de San José y Santa Marta que ahora se encuentran en el actual retablo, de estilo renacentista, muy bonito, en el centro la Imagen de la Virgen de los Desamparados , titular del Templo , que tiene una activa Hermandad que cuida de ella. En esta Iglesia que como decía antes tiene más proporciones de Ermita, se encontraba la Imagen antigua del Señor de la Columna que fue pasto de las llamas, durante los primeros días de la Guerra Civil, según me contó una persona mayor hace ya muchos años fallecida.
La Residencia o Asilo como se le llamado antes, sufrió serios destrozos durante los primeros días de la Guerra Civil, una lápida atestiguaba el hecho con la siguiente leyenda, ellos lo destruyeron, nosotros lo reconstruimos. También recuerdo junto a la puerta de entrada , una pequeña hornacina con una Imagen de San José, con un vaso en que se ponían legumbres de las que más falta hacía, para que las personas caritativas que transitaban por el lugar, conocieran las deficiencias o carencias que pudieran tener las Hermanitas de la Congregación de los Desamparados en el Asilo, en un tiempo que muchos recogidos en él , no tenían medios algunos en su vejez.
No se pudo conservar la antigua Iglesia, que en un principio se pensó en mantener, pero derribado el antiguo Asilo, desprovisto del apoyo del mismo, se abrió como los cascos de una naranja y hubo que derribarla. Siempre formó parte de nuestro entorno, la visitabamos con frecuencia y forma parte de nuestra memoria que siempre quedará en el recuerdo de los que la conocimos.
FUENTE: CRONISTA