POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA. CRONISTA OFICIAL DE BEDMAR (JAÉN).
Descripción de la villa de Bedmar en el “Atlante Español” de Bernardo de Espinalt y García (1787) y datos sobre producciones agroganaderas: En su obra, nos describe a Bedmar y su término de la siguiente manera: “La Villa de Bedmar, Cabeza del Marquesado de su nombre, está situada en la falda Occidental de una montaña, que llaman los naturales Serrezuela, en sitio escabroso, distante de la Ciudad de Jaén siete leguas a su Oriente, a los trece grados, y trece minutos de longitud, y treinta y siete grados y cincuenta minutos de latitud. Es habitada de cuatrocientos cincuenta vecinos, en una Iglesia Parroquial, cuya titular es Nuestra Señora de la Asunción, con un Cura Párroco, y algunos Beneficiados. Tiene cuatro Ermitas, y la principal está dedicada a Nuestra Señora de Quadros, Patrona de esta Villa, un Hospital para pobres transeúntes, y otro que se está construyendo a expensas de los bienes que dejó D. Sebastián Chamorro natural de dicha Villa para enfermos: hay también una obra pía de granos para facilitar la siembra a los Labradores pobres en los años estériles, y para dotar anualmente a cuatro huérfanas, con treinta o cuarenta ducados o más, según la fertilidad de los años; como también para mantener a cuatro pobres estudiantes, con igual suma, en la Universidad de Baeza, cuyo nombramiento hace la casa de Bedmar: el fundador de esta grande obra pía fue el Cardenal de la Cueva, natural de esta Villa. Su término tiene catorce leguas de circuito, el que está plantado de moreras, olivos, viñas, y muchos árboles frutales: es fértil en trigo, cebada, cáñamo, lino, seda, aceite, vino, melones, y todo género de fruta, por haber en su inmediación muchas huertas, las cuales, como también todo él, se riegan con el agua del río Bedmar, el que a distancia de un cuarto de legua de la Villa, se junta con el de Albanchez: hay también muchas fuentes, y con especialidad una llamada Fuengrande, unida con otra que nace no lejos de la Villa, intitulada Balsa, por cocerse en ella los linos, cáñamos, y espartos: tiene dos salinas muy abundantes, y un monte poblado de pinos, encinas, y romero, el cual subministra leña, no sólo para sus vecinos, sino para extraer a otras partes: es muy ameno en hierva para la manutención de ganado yeguar, vacuno, y cabrío, como también del esparto que en su término cogen sus naturales, de que hacen buen comercio.
Los Moros se apoderaron de esta Villa, y la fortificaron, a quienes se la conquistaron los Cristianos; pero cuando entró a reinar en Granada su Rey Mohammad Aben Alhamar III, ciego, por cuyo accidente gobernaba el Reyno Farracheu, Arráez de Málaga, quiso hacer ver a sus vasallos, no impedía la falta de la vista al cumplimiento de su obligación, y juntando un buen Ejército, entró con él en persona en tierra de Cristianos, y cercó esta Villa con todo su poder, y después de un porfiado sitio, tuvieron los Cristianos que ceder a las superiores fuerzas de los Moros, que la asaltaron y ganaron el año de 1304 pasando a cuchillo la mayor parte de sus vecinos, llevándose esclavos a los otros; pero el Rey don Fernando IV de Castilla, se la reconquistó en el año de 1309 e hizo donación de ella a la Orden de Santiago, en cuyo poder permaneció, hasta que el Rey don Felipe II en el año de 1563 la vendió en 19.754.951 maravedíes y 1/2 a D. Alonso de la Cueva. Después el Rey D. Felipe III la hizo cabeza de Marquesado a favor del dicho D. Alonso -nieto del citado-, cuya casa provee desde entonces los oficios de Justicia, que se reducen a un Alcalde mayor, dos alcaldes ordinarios, cuatro Regidores, Síndico Procurador general, y dos Alcaldes de la Santa Hermandad. Sin embargo, de ser Villa de Señorío, es Encomienda de la Orden de Santiago, que unida a la de Albanchez, renta a su Comendador once mil doscientos y un real de vellón en cada un año(1)”.
Nota.
(1)Atlante Español o descripción general de todo el reino de España. Tomo XII –Reino de Jaén)-. TROYANO VIEDMA, José Manuel. Bedmar: Geografía, Historia, Arte y Cultura (Desde los orígenes hasta nuestros días). II. Historia Bedmarense: II,1. Bedmar: de la Prehistoria al S. XXI. Madrid, 2014. Pp. 141-142.
FUENTE. J-M-T-B