POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE VILLA Y TIERRA DE FUENTIDUEÑA (SEGOVIA)
Nuestra Señora de Aldeasoña salió de nuevo a la calle. Los vecinos celebraron el pasado sábado el primer aniversario de la aparición de la imagen detrás de uno de los retablos de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. La fiesta comenzó con una misa solemne en su honor concelebrada por el párroco y por el capellán del monasterio de Santo Domingo de Guzmán (Caleruega), a la que asistieron todas las autoridades locales, acompañadas por los alcaldes de algunos pueblos cercanos, como Membibre de la Hoz, Cozuelos o Campaspero. La misa fue cantada por la Ronda Segoviana. Al finalizar se entonó el himno compuesto para la Virgen.
A continuación se llevó a cabo la procesión por todas las calles del pueblo, en la que danzaron muchos devotos ataviados con trajes típicos segovianos a los sones del grupo Dulzaineros del Llano.
La fiesta concluyó con una verbena amenizada por la discomóvil Toni, en la carpa del parque.
La historia de Nuestra Señora de Aldeasoña quedará en el recuerdo de los vecinos de esta pequeña localidad segoviana, que no olvidarán el 24 de septiembre de 2012, cuando apareció la talla de una Virgen detrás de uno de los retablos de la iglesia de Santa María Magdalena, que estaba siendo restaurado. Puesto en conocimiento del delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel Barbado, el descubrimiento de la talla, la noticia corrió como un reguero de pólvora por Aldeasoña. Nadie tenía conocimiento de la existencia de una Virgen en uno de los retablos de la iglesia parroquial, ni siquiera los más mayores del pueblo.
El hallazgo revolucionó a los vecinos, y el Ayuntamiento convocó semanas después un referendum popular para elegir el nombre de la Virgen. El resultado fue por unanimidad, y la Virgen desde entonces se llama Nuestra Señora de Aldeasoña. Después empezó el trabajo de restauración de la talla, una imagen románica, que posiblemente data del siglo XIII, elaborada en madera de pino. El trabajo consistió en limpiar la talla, reintegrar los escasos volúmenes que faltaban (la mano y los pies del Niño Jesús y la corona de la Virgen), y consolidar toda la obra de arte. El atractivo de la Virgen radica, en gran medida, en su sencillez. La imagen lleva vestido azul y capa a la espalda. Y porta una corona que sujeta un velo blanco. El Niño Jesús tiene un vestido más decorado que el de la Virgen. Desde este año, en septiembre será la fiesta en honor a Nuestra Señora de Aldeasoña, una historia, que no leyenda, que será transmitida de generación en generación.
Fuente: http://www.eladelantado.com/