POR ANTONIO GASCÓ, CRONISTA OFICIAL DE CASTELLÓN
Murió Josep Antoni Pradells y lo hizo sentado frente al ordenador. No podía ser de otra manera. La grave enfermedad que le postró en una silla de ruedas no le impidió continuar con su incesante actividad de impulso a la cultura de su pueblo, Castellón, manteniendo siempre el talante vital participativo y afanoso que caracterizó su personalidad.
No pude estar con él, con la frecuencia que ambos hubiéramos deseado, en sus años de postración. Las múltiples actividades de «manegueta del meu poble» (como me definió el amigo común José Juan Sidro) me lo impidieron, pero habitaba perennemente en mi pensamiento al vincularme con Els Cavallers, las Jornadas de Cultura Popular, el homenaje a Tombatossals, la Purísima, el Betlem de la Pigà, el Ateneo, La colla Pixaví, los Cantors de la Romeria….
Y más al evocar anécdotas vividas a su vera. Valga una: los ensayos en su casa, con Matilde Salvador al piano del hermoso epitalamio que escribió para la boda de mi primo Fran con su hija Begoña y que tuve la satisfacción de estrenar.
Dde su abnegada etrega y preparación como médico, tuve fecundas pruebas en las atenciones con mi madre en el Hospital General. De verdad, fue un privilegio poderme llamar amigo suyo.
Fuente: https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/contra/pradells-palpito-tierra_1182413.html