DONDE HUBO EL PALACIO DE ALFONSO II, AHORA SUMERGIDO, HUBO UN ALCÁZAR, POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En el lago de Santullano, todavía inexistente, hemos sumergido el palacio de Alfonso II, que tampoco existe. No obstante, donde hoy dibujamos una charca como la del Torollu, hubo mar, antes de las orogenias del Carbonífero, y donde ya no queda palacio, también hubo un alcázar con aposentos de corte.
Ya estoy viendo aflorar una jamba de la ventana del dormitorio real, que comunicaba con la nave de la epístola, de Santullano, desde donde el Casto podía flagelarse desnudo y a su vez asistir a misa. Nada raro sería que, en esta búsqueda de pecios en el lago virtual encontremos zaguanes prerrománicos, bajo los zaguanes un alféizar visigodo, bajo el alféizar un caldarium vitruviano, debajo del caldarium un contrafoso pésico, bajo el contrafoso mil salamandras fósiles y en la barriga de las salamandras versos de Marirreguera. ¡Menudo panorama con el laguito!
Yo, de momento, seguiré bañándome en la playa de Aguilar.
Pepe Monteserín Corrales
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/lago-y-palacio.html