ASÍ SE APROBÓ POR UNANIMIDAD EN EL ÚLTIMO PLENO MUNICIPAL, EN BASE AL COMPLETO INFORME ELABORADO POR EL CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA, JOSÉ MANUEL PUCHOL
L’Alcora dedicará una calle a Conrado Sancho Castán, ‘alma mater’ de la tradicional y singular Albà alcorina, quien falleció el pasado mes de julio a los 79 años de edad.
Así se aprobó por unanimidad en el último pleno municipal, en base al completo informe elaborado por el Cronista Oficial de la Villa, José Manuel Puchol, en el que resalta la “indispensable labor” del homenajeado en pro de la conservación e impulso de un elemento tan importante para el folklore alcorino como es l’Albà. “Ante el inminente peligro de su desaparición, Conrado Sancho tomó cartas en el asunto sin mirar horas ni días, su obsesión era recuperarla y potenciarla al máximo”, explica Puchol.
La calle Albader Conrado Sancho Castán estará ubicada en el PAI Ciudad Jardín. Se inaugurará el próximo 18 de diciembre, a las 12 horas, con un emotivo acto en el que se cantará l’albà que el poeta alcorino Vicente Benlliure ha escrito como homenaje a título póstumo a Conrado “por su gran contribución al mantenimiento de nuestra querida Albà”.
Sobre Conrado Sancho Castán, extracto del informe elaborado por José Manuel Puchol Ten:
Hijo de Ramón y Manuela, Conrado Sancho Castán nació en l’Alcora el 2 de mayo de 1937, en el seno de una familia muy vinculada a la música. Su padre enseñaba música a los jóvenes del municipio y su hermano, Vicente Sancho, llegó a dirigir -interinamente- la Banda de Música l’Alcalatén.
Alumno del colegio La Salle, estuvo vinculado a los jóvenes vicarios de la parroquia, que en aquella época y con estudios musicales aprendidos en los seminarios, solían encargarse de la música y canto de la liturgia, del armonio de la iglesia, así como de la rondalla parroquial.
A Conrado se le recuerda con una bandurria o laúd bajo el brazo, cerca de lo que era el hogar parroquial (antigua iglesia de La Sangre), ayudando a la rondalla parroquial o bien camino de la Casa la Sala, en cuyo salón de plenos se ensayaba l’Albà.
El homenajeado era un destacado músico de cuerda, pieza clave en la rondalla de l’albà, cuya agrupación, además de interpretar todos los años el tradicional canto a la Virgen y al alcalde, desfilaba cada primavera en el “Pregó”, representando a l’Alcora en Castellón.
Ante el inminente peligro de la posible desaparición de la tradicional Albà, Conrado Sancho tomó cartas en el asunto sin mirar horas ni días, su obsesión era recuperarla y potenciarla al máximo. Predicó con el ejemplo e incorporó prontamente a sus hijas en la rondalla. Sabía que contaba con personas de la talla de Mosén Amorós, José Diciembre, Filiberto Bachero, Herminio Gallén, los Puncho (padre e hijo), etc. Todos incondicionales y que le arroparon en la consecución del noble fin: “salvar l´Albà”.
Desde los años 50 a la fecha presente, no se puede hablar de ninguna rondalla de l´Albà que Conrado no haya estado presente. Impartió clases, asumió y tocó cualquier instrumento de cuerda en suplencia (últimamente laúd). Preparaba partituras, gestionaba horarios de ensayos, prestaba siempre la ayuda a los nuevos músicos en la selección y compra de sus respectivos instrumentos.
En conclusión:
El “médico” que recupero y sanó l´Albà fue, sin duda, Conrado Sancho.
Después, la continuidad y mantenimiento quedó en manos de la asociación cultural creada a tal fin, el COL.LECTIU PRO-DEFENSA DE L’ALBÀ.
Fuente: http://www.laplanaaldia.com/