POR GABRIEL SEGURA HERERO, CRONISTA OFICIAL DE ELDA (ALICANTE)
En el llamado popularmente como “veranillo de San Miguel” estamos en plena celebración de las Fallas de Elda. Fiesta en la que siempre se ha concedido gran importancia a la belleza femenina, representada en los diferentes cargo festeros que a lo largo de los últimos 95 años se han ido sucediendo en la fiesta del fuego: falleras mayores, reinas de la Fiesta, damas del fuego, bellezas, etc.
Sin embargo, el culto a la belleza femenina en Elda no solo está presente en nuestra ciudad por el mundo fallero. La dinámica imperante en la sociedad española y europea de los “felices años veinte” del siglo XX propició que pronto llegaran a Elda los concursos de belleza. Sabemos que en el Casino Eldense se realizaron algunos concursos de belleza, pero desconocemos mas detalles de la organización y los nombres de las candidatas, finalistas o de las ganadoras.
En la En aquel momento, Elda estaba en pleno desarrollo económico, demográfico y urbanístico, gracias al impulso industrial de la industria del calzado bajo la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), cuando la conflictividad laboral, sindical y política derivada de las terribles consecuencias del “Crack del 29” (crisis financiera de la bolsa de Nueva York) no había hecho su aparición en la sociedad española ni mucho menos eldense.
Ya dimos a conocer como en febrero de 1931 la señorita Carmen Calderón fue elegida “Reina de la belleza de Elda”, lo que vendría a equivaler a “Miss Elda” Aquel nombramiento primaveral fue complementado durante las Fiestas Mayores de aquel año de 1931 con la elección de otras dos jóvenes eldenses para los cargos de “mis Morena” y “miss Rubia”.
Desconocemos los pormenores de aquel primer concurso de belleza adulta, pues si que sabemos algo del primero infantil celebrado en 1929. En septiembre de 1931, las señoritas elegidas para tales cargos fueron Cecilia Santos como “miss Morena” y Conchita Guallar, como “miss Rubia”.
Afortunadamente, la revista gráfica “Estampa” se hizo eco de aquella elección y legó a la posterioridad la fotografía de ambas. Fotografías que, como se puede apreciar fueron realizadas por el popular y magnífico fotógrafo asentado en Elda, Vicente Berenguer Biosca (Fuente la Higuera, 1883-Elda, 1940).
La Estampa fue una revista cultural española de tirada semanal, cuyo primer número fue publicado el 3 de enero de 1928. De estética gráfica moderna, atractiva y popular, constituyó una auténtica innovación por su apoyo a la presencia de la mujer en la sociedad española, su inicial ausencia de ideología y el abundante material gráfico, en la línea de otras revistas europeas contemporáneas.
Queremos agradecer la colaboración del amigo Fernando Abengózar Bañón, quién nos alertó de su existencia en el número de septiembre de 1931, que pudo salvar in extremis junto a otros ejemplares encuadernados de la revista, y nos informó de la noticia.