POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)

Muy pronto los almendros serán los primeros en permitir el desahogo y la rapidez de la flor que brota ansiosa para enhebrarse a la vida. San Blas no anunciará cigüeñas porque han dejado de ser huéspedes. Antes, en otros tiempos, las cigüeñas migraban, nos dejaban. Hoy esto no es así. Los cambios en la alimentación, más que las modificaciones climáticas, son la causa de las mutaciones en la conducta migratoria de estas aves. Hoy ya no es válido aquel dicho popular “Por San Blas cigüeñas verás”, porque prácticamente pasan casi todo el año entre nosotros.

Más tarde, febrero el loco traerá un tiempo sin orden ni concierto que trastornará los sentidos. Porque se quiera o no, la juventud es un disparate, la madurez es una lucha y la vejez un remordimiento.