ZONAS RESIDENCIALES O CAMPOS DE GOLF, “ERA MUY BONITO, PENSADO POR BUENOS ARQUITECTOS, PERO FRACASÓ”, EXPLICA EL CRONISTA OFICIAL DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, JUAN JOSÉ LAFORET
Asfaltado de las calles, mantenimiento de los parques, limpieza, fomentar la cultura y el ocio, locales en los que poder organizar actividades o facilitar más el uso del transporte público. Estas son solo algunas de las demandas de varias asociaciones vecinales de Ciudad Alta, un distrito compuesto por una veintena de barrios que se alzan en lomas escalonadas atravesadas por barrancos en el interior de Las Palmas de Gran Canaria.
El germen de su construcción comenzó a principios del siglo XX bajo el proyecto de la Barriada de Carló, que planteaba edificar un casino, hoteles, un pequeño aeropuerto, zonas residenciales o campos de golf, “era muy bonito, pensado por buenos arquitectos, pero fracasó”, explica el cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet.
Esos terrenos, propiedad de Juan Bautista Carló y Guersy, los compró Alfredo Schamann, apellido que bautizó al barrio donde comenzó a construirse Ciudad Alta. “Vendió por parcelas a gente que se hacía sus casas, de autoconstrucción, y sin urbanización de ningún tipo. Era gente humilde que cobraba semanalmente y pagaban entre 3 y 10 pesetas por parcela”, relata Laforet.
En 1939, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se anexionó el municipio rural de San Lorenzo, que abarcaba gran parte de lo que es hoy Ciudad Alta, como Schamann. En los años 40 el Mando Económico de Canarias adquirió gran parte de los terrenos y comenzó a construir las primeras casas, primero de protección oficial y después viviendas pequeñas de dos plantas.
En esta época también se produjo un importante crecimiento demográfico en Las Palmas de Gran Canaria debido al “traslado de gente del interior y de otras islas, que iban en busca de trabajo”, cuenta Laforet.
Hoy, Ciudad Alta es el distrito más poblado de Las Palmas de Gran Canaria: concentra a 105.961 de los 378.324 habitantes que tiene la urbe capitalina, la décima más poblada de España.
Asociaciones vecinales diagnostican que barrios como Schamann o Escaleritas precisan de asfaltado en algunas calles, acerado o mantenimiento de zonas verdes. “De entrada tenemos un problema en el asfaltado de la carretera en el barrio de Escaleritas, por la zona de las casas terreras, que lleva más de 50 años sin asfaltarse”, explica Elisenda Suárez, de la asociación de vecinos de El Mirador de Escaleritas y Altavista.
“Desde hace 15 años no se hace una poda a los Laureles en Schamann” explica María Ángeles Sánchez, de la asociación de vecinos de Ciudad Alta (Avecalta), quien recuerda la proliferación de la mosca blanca en toda esta parte de la urbe. Esto provoca que “una hoja tan preciosa está oscurecida por el manto de la cochinilla que genera la mosca. Y ese polvo está en nuestros hogares. El viento que tenemos normalmente en la zona no solamente alfombra nuestras calles de hojas, sino que además entra el polvo en nuestras casas. Tenemos enfermos asmáticos en la zona que se ven obligados a tener ventanas cerradas porque los árboles no están siendo cuidados”.
En Siete Palmas, uno de los barrios más nuevos de Ciudad Alta donde se ubican dos centros comerciales, el Estadio de Gran Canaria o el Gran Canaria Arena, Zebenzui Ramos, de la asociación de vecinos de Siete Palmas, critica que el Ayuntamiento no haya cedido un centro cívico en el que poder reunirse, organizar actividades o impartir clases y talleres, una reivindicación que solicitan “desde 1998”.
“Actualmente nos reunimos en la calle y tratamos de incentivar actividades en las calles, en locales que nos ceden algunos comercios de la zona. Porque no tenemos medios para un centro cívico ni el ayuntamiento tampoco nos lo ha puesto fácil”, explica Ramos. Otro de los principales problemas en el que coinciden los vecinos es que en Ciudad Alta es que hay escasas actividades de dinamización en los barrios. De hecho, el propio concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, José Eduardo Ramírez, sostiene que más del 50% de la población de Ciudad Alta hace su vida cotidiana en la parte baja de la urbe.
“Escaleritas los fines de semana es un muerto, se cierra todo y no tenemos nada, carecemos de lugares de ocio”, ha dicho Suárez, quien recuerda que “gracias a los talleres de la asociación de vecinos se puede hacer algo”. En Siete Palmas, Ramos dice que “los vecinos se quejan de que no hay ningún tipo de dinamización en la zona, solo en navidad, cuando se monta una feria”.
El concejal del Distrito de Ciudad Alta, Josue Íñiguez, considera que el hecho de que “la mayoría de la población haga su vida cotidiana en ciudad baja responde a una lógica que no se da sólo en Las Palmas de Gran Canaria, sino es propia de todas las ciudades occidentales, que se forman en base al centro histórico o económico, en nuestro caso Vegueta y el entorno del Puerto de la Luz y de Las Palmas. Y a partir de ahí se configura el entorno de la gente que hace su vida o trabaja. Pasa en Toledo o en Burgos. Es lógico que la gente vaya a trabajar a ciudad baja”. Y añade que en la parte alta dispone de una oferta comercial amplia, “como en Siete Palmas, La Ballena o La Minilla”.
Aunque Íñiguez reconoce que en el barrio de Schamann es preciso incentivar la parte comercial y están en la fase inicial del diseño del plan director “y cambiarle la cara a toda esa zona”.
Movilidad
La orografía de Ciudad Alta y su conexión con la parte baja de la ciudad, con amplias cuestas, dificulta la movilidad con vehículos no motorizados. La guagua se convierte en la alternativa para usar menos el coche, pero Suárez asegura que “en muchos barrios hay que esperar 15 o 20 minutos la línea que va a ciudad baja. Si nos la pusieran a 5 o 10 minutos, mucha gente dejaría el coche y lo usaría solo para desplazamientos largos o de paseo al campo”.
La mayoría de las actuaciones de movilidad se concentran en la parte baja de la ciudad. “Cuando finalicen, en Ciudad Alta se modificará con más guaguas y nuevas frecuencias”. Además, se incorporarán 10 kilómetros de carril bici y se añadirán 49 bicicletas eléctricas como solución para mejorar la movilidad entre ciudad alta y ciudad baja.
Entre otras actuaciones, el concejal asegura que la gran actuación en esta legislatura será la de “culminar el gran parque del barranco de La Ballena, que será el mayor parque urbano del Archipiélago”, o “la reposición de viviendas de Las Rehoyas, que no solo va a modificar la cara de la zona, sino que mejorará la vida de mucha gente”.
Para mejorar la situación en los barrios, Íñiguez sostiene que el consistorio trabaja “con presupuestos participativos que se pondrán en marcha en breve” y, con relativa frecuencia, acude a las zonas para conocer sus necesidades y actuar según la urgencia que requiera.
“Mejorar el distrito requiere mayor responsabilidad de los ciudadanos. Para ello, hay que incrementar la formación vecinal. No solo de las asociaciones, sino también de los vecinos en general. Mediante talleres de limpieza, por ejemplo. Es una labor que deben hacer las asociaciones y el Ayuntamiento para toda la población en general”, concluye Sánchez.
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