EL CRONISTA OFICIAL DE PILOÑA (ASTURIAS), OPINA QUE «TIENE QUE CONVERTIRSE EN UN ESPACIO VIVO, INCLUSO RESIDENCIAL»
«El empleo es la clave del futuro de la fábrica de armas de La Vega». El presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Paniceres, lo tiene claro. La vieja factoría de armamento militar «está llamada a convertirse en uno de los principales motores económicos y de creación de puestos de trabajo en el Principado de Asturias» si logra transformarse en un polo empresarial, tecnológico y cultural. Eso sí, advirtió, «las tres administraciones (municipal, central y autonómica) deben crear un ente negociador cuanto antes» para dar salida a una situación «enquistada desde hace ocho años». Una máxima que, por el momento, dista ligeramente de los planes del gobierno local, pues, según fuentes municipales, «no habrá ningún movimiento hasta que no pasen las elecciones».
En ese sentido, en el Consistorio, liderado por el Partido Popular y Ciudadanos, la posición es cautelosa. «Somos conocedores del potencial de La Vega, pero hasta que no se constituya un nuevo gobierno no habrá nuevas negociaciones», advirtieron las mismas fuentes. «La intención del equipo de gobierno es partir desde cero y encontrar siempre la mejor opción, ya sea cesión, alquiler o compra al menor precio posible», reiteraron. Defensa, aun así, ya descartó la cesión de los 118.793 metros cuadrados de terrenos por tratarse de «un bien de dominio público».
No obstante, el éxito de la FPAbrica, la apuesta cultural de la Fundación Princesa para La Vega durante los Premios, ha vuelto a poner el debate encima de la mesa de los colectivos empresariales, sociales y culturales, y de los distintos grupos políticos de la Corporación. «En alguna de esas naves podría resurgir el mundo empresarial en Asturias, el empleo y la población», señaló Paniceres. «Tampoco hay que obviar el enorme potencial del espacio en cuanto a la industria cultural», destacó. «Lo que está claro es que hay que buscar fórmulas y salir del debate de la propiedad», apostilló.
Y aunque la agenda ideal sea distinta en cada caso, las coincidencias entre los planteamientos de unos y otros hablan por sí solas. Desde el PSOE, y según Wenceslao López, «La Vega debe ser un gran parque industrial tecnológico y de investigación donde convivan factorías TIC, culturales y artísticas, y la biotecnología con equipamientos públicos como un recinto ferial, un museo de la ciudad, el archivo municipal o una biblioteca», adelantó el portavoz socialista. «El protocolo que firmamos con Defensa en abril lo dice claramente», concluyó.
Un futuro, frenado por ahora por la convocatoria de las elecciones generales, «que tiene que estar vinculado a sus orígenes industriales», pero «adaptados», eso sí, al siglo XXI, y que aprovechen «las oportunidades de creación de empleo limpio e innovador en el núcleo urbano», coincidió la líder de Somos Oviedo, Ana Taboada. Además, también llamó a «tener en cuenta los informes que rebajan a 15 millones la tasación del conjunto» y a «no olvidarse» de que el Ministerio de Defensa «debe hacerse cargo de los costes de descontaminación, limpieza y regeneración de un espacio que lleva demasiado tiempo abandonado», aseveró.
Vox también mostró su «coincidencia plena» con el equipo de gobierno. Su líder municipal, Cristina Coto, señaló que La Vega «es uno de los espacios llamados a constituir el motor de futuro de la ciudad». Sin embargo, Coto aceleró más los tiempos que sus contrincantes. «El alcalde tiene que ponerse firme y llevar a Madrid un proyecto solvente al margen de la titularidad, un debate que solo nos ha hecho perder el tiempo, y Oviedo no se puede permitir más retrasos. Con un proyecto serio, Defensa no nos seguirá dando largas», aclaró.
«Capital de la cultura»
Del mismo modo, el éxito de la fábrica de armas en los Premios Princesa de Asturias también ha resucitado las demandas del colectivo cultural y artístico ovetense. Pa el artista y profesor de arte, Pablo de Lillo, los días pasados «han constituido la visión idílica de lo que podría ser La Vega, un epicentro capaz de convertir a Oviedo en la capital de la cultura si existe una proyecto serio, una financiación y una buena gestión».
Una tesis a la que Andrés Martínez Vega, cronista oficial de Piloña y subdirector del Ridea e historiador, añadió que «tiene que convertirse en un espacio vivo, incluso residencial».
Fuente: https://www.elcomercio.es/ – ALBERTO ARCE – CECILIA PÉREZ