LAS FERIAS DE LAS «NO FERIAS»
POR JOSÉ VERÓN GORMAZ, CRONISTA OFICIAL DE CALATAYUD (ZARAGOZA)
Los tiempos actuales tienen sus particulares características, siempre dependientes de la sanidad, pero extendidas a todas las facetas de la vida. La sombra de la Covid-19 alcanza a todo y a todos. No permite el desarrollo normal de la existencia, sea en lo cotidiano o en lo extraordinario. Así sucede con las fiestas tradicionales, que el lenguaje popular ha dado en denominar, con buen humor, las «No Fiestas». Las dedicadas a Nuestra Señora de la Peña, en Calatayud, no son una excepción. Hay que suponer que conservarán alguno de los actos religiosos, aunque la procesión del Rosario de Cristal, el día 8 de septiembre, la más antigua de Aragón en su estilo, sea de imposible celebración, puesto que la imagen de la patrona va a permanecer dentro de su santuario. Tampoco se celebrarán las ofrendas de flores y de frutos.
De las antiguas tradiciones quedará el testimonio de los toques del Reloj Tonto» y poco más. Casi todos los actos lúdicos, incluyendo los clásicos «gigantes y cabezudos», permanecerán confinados, e igual sucederá con las sesiones de música y jolgorio. Imaginemos a los cabezudos con una mascarilla en el atuendo, como símbolo de esta época pandémica. No obstante, la Agrupación AJB organizará algunos actos simbólicos para que los cabezudos no queden completamente inéditos, situándolos en espacios municipales.
Escuchemos los ecos de los variados conciertos, a la Agrupación Musical Pascual Marquina y a los grupos de jota (uno de ellos lleva el nombre de Virgen de la Peña). La propia Agrupación Musical homenajeará a Pascual Marquina en un sencillo concierto al aire libre. Y tal vez en algún lugar también se escuchen los ecos del Himno de Calatayud. Por otra parte, la Feria de Muestras Comarcal también sería un recuerdo vivo.
En los actos preliminares, aparte de los del ámbito religioso, suelen inaugurarse exposiciones muy variadas, entre la que destaca el Salón Nacional de Fotografía.
El comienzo oficial se cumpliría con el Pregón, pronunciado por alguna personalidad relacionada con Calatayud, desde el balcón de la antigua Casa Consistorial ubicada en la Plaza de España.
Antiguamente, las fechas de la celebración de las Ferias eran entre el día 7 y el 12 de septiembre. Más tarde, estas fechas se cambiaron para adaptarlas al calendario laboral vigente.
Acabadas las fiestas, la imagen de Nuestra Señora de la Peña se devolvía al Santuario, mediante una procesión de marcado ambiente aragonés, generalmente durante el domingo posterior a las ferias.
En este periodo de restricciones y peligros víricos, nos quedan los recuerdos, las ilusiones y la esperanza en el tiempo venidero. De una u otra forma, las Ferias permanecerán en el pensamiento y en el ánimo de los bilbilitanos.
