POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES
La estancia en la provincia de Cáceres de diferentes pueblos (cristianos, árabes y judíos) en siglos pasados y el consiguiente intercambio cultural, convierte a la Provincia en un foco cultural de fuerte personalidad, que ha irradiado a otras zonas próximas.
Recordemos que dentro de las excelencias que tiene la provincia de Cáceres, naturales, patrimoniales, gastronómicas, etc., el ciclo festivo extremeño es el apartado folclórico quizá más conocido de todos. Hay gran variedad de tradiciones y fiestas populares, interesantes tanto por su originalidad como por su relación con las de otras Comunidades Autónomas y otros Países del mundo.
El folklore cacereño es uno de los más ricos y variados de España, condicionado por la geografía física de la provincia, por la influencia de las tres culturas antes mencionadas, por las regiones vecinas y la de los pueblos colonizados.
Cáceres cuenta con un total de 31 Fiestas declaradas de Interés Turístico de Extremadura: de las cuales una es además de carácter Nacional e Internacional, la Semana Santa de Cáceres; cuatro además también tienen el carácter Nacional: el Cerezo en Flor de la Mancomunidad de Municipios del Valle del Jerte, el Jarramplas de Piornal, el Otoño Mágico del Valle del Ambroz y Las Carantoñas de Acehúche; y veintiséis solo de Extremadura.
Son las siguientes: Los Negritos de San Blas en Montehermoso, El Peropalo en Villanueva de la Vera, Los Escobazos de Jarandilla de la Vera, El Chíviri de Trujillo, Los Empalaos de Valverde de la Vera, la Romería de San Isidro en Valencia de Alcántara, La Encamisá de Torrejoncillo, la Semana Santa de Plasencia, la Semana Santa de Trujillo, la Bajada y Novenario de la Virgen de la Montaña de Cáceres, los Carnavales del Campo Arañuelo de Navalmoral de la Mata, el Carnaval Hurdano de Nuñomoral, El Jurramacho de Montánchez, Carnaval de Ánimas de Villar del Pedroso, Día de la Luz (las Carreras) en Arroyo de la Luz, Fiesta del Capazo en Torre de Don Miguel, As Borrallás de Eljas, La Pedida de la Patatera de Malpartida de Cáceres, La Enramá de Pinofranqueado, los Toros de San Juan de Coria, La Hispanidad de Guadalupe, Fiestas de San Buenaventura en Moraleja, la Boda Regia de Valencia de Alcántara, el Martes Mayor de Plasencia, el Día de la Tenca de la Mancomunidad Tajo-Salor y la Ruta del Emperador Carlos V, de la Mancomunidad de la Vera, que parte de Tornavacas y llega a Jarandilla de la Vera.
Todo un placer para los lugareños y los miles de turistas que nos visitan; algunas Fiestas con siglos de tradición e historia en el pueblo cacereño.
Fiestas nacidas en el pueblo y son los lugareños los que se encargan de su organización y de que permanezcan en el tiempo y no caigan en el olvido.
Además ayudan a la maltrecha economía de nuestros pueblos y ciudades aportando ingresos económicos muy necesarios para su desarrollo socio-económico mejorando el bienestar de los vecinos.
Por último señalar que ante el grave problema de la despoblación del medio rural ayudan a atraer y fijar población en muchos lugares de nuestra provincia.
Desde aquí hago un llamamiento para que las Instituciones y Empresas no dejen de apoyarlas ya que constituyen un elemento esencial del acervo cultural cacereño.
FUENTE: EL CRONISTA