LAS MARIÑAS DE BETANZOS EN EL XLII CONGRESO DE LA RAECO
POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA Y LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE BETANZOS, MIÑO Y PADERNE (LA CORUÑA)
Durante los días 23, 24 y 25 del pasado mes de septiembre tuvo su desarrollo el XLII Congreso Nacional de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (RAECO), con sede en la ciudad de Burgos, en el que participamos setenta y cuatro cronistas, ocho de ellos mexicanos, que acudieron a la capital castellana para firmar el primer convenio internacional de colaboración, suscrito en el Palacio Provincial ante don César Rico Ruíz, Presidente de la Excma. Diputación Provincial y de don Javier Lacalle Lacalle, alcalde de Burgos, con la Federación Nacional de Cronistas de México, encabezada por su presidente don Manuel González Ramirez, acompañado de don Uziel Gutiérrez de la Isla, presidente de la Red Latinoamericana de Cronistas (Relac), y de los otros seis cronistas norteamericanos.
Posteriormente, a las 19 horas, fue inaugurado el Congreso en el Teatro Principal, en solemne acto presidido por dicho alcalde y el rector de la Universidad de Burgos don Manuel Pérez Mateos, los presidentes de ambas asociaciones de cronistas, el cronista oficial de Burgos, don Vicente Ruiz de Mencía, que ofreció la conferencia inaugural, el cronista oficial de la provincia don René Jesús Payo Hernanz, y el de Fuentecén don Jose Manuel López Gómez, los tres últimos componentes de la comisión organizadora, y que finalizó con el intercambio de medallas entre sendas asociaciones y un magistral concierto del Coro de la Universidad de Burgos.
A primera hora de la mañana del día siguiente, en el Salón Polisón del Teatro Principal, tuvo lugar la Asamblea General de la RAECO, seguida de otra extraordinaria para la elección y toma de posesión de la nueva Junta Rectora, posible razón de la descoordinación surgida en algunas actividades de este congreso, procediéndose a continuación a la exposición de las cincuenta y cinco comunicaciones, veintidós en la misma mañana y treinta y tres por la tarde, e intervenciones que cerró entre lusco e fusco (crepúsculo) el cronista que suscribe con la titulada “La Peste de 1769 en las Mariñas de Betanzos”, en conmemoración del sexto centenario del Patronazgo tutelar de San Roque en esta última ciudad. Como preámbulo recordamos al difunto cronista oficial de Burgos y buen amigo don José María Codón Fernández, quien había tomado posesión como Presidente de la Asociación Nacional durante el XIV Congreso, organizado por el que esto escribe en Betanzos en 1987, ciudad de la que soy cronista oficial al igual que de los ayuntamientos de Miño y Paderne, como asimismo mostramos nuestro agradecimiento a la ilustre representación mexicana por la buena acogida que su país brindó a nuestros parientes a la hora de tener que exiliarse. Antes del almuerzo, todos los congresistas y acompañantes fuimos invitados a realizar una visita guiada al Museo de la Evolución Humana, que resultó sumamente ilustrativa e interesante.
El Domingo participamos en la Santa Misa de la Catedral y Capilla de Santa Tecla, que fue cantada por la excelente Coral Vetusta de Oviedo, procediéndose a continuación a la visita del monumento en diferentes grupos, habiendo tenido el placer de acompañar y escuchar las doctas explicaciones del profesor y académico don José Matesanz del Barrio, autor entre otras obras de El cimborrio de la Catedral de Burgos: historia, imagen y símbolo, realizado juntamente con el ya citado cronista y doctor don René Jesús Payo Hernanz, profesor de Historia del Arte de la citada Universidad, y uno de los libros con que fuimos obsequiados por la organización del evento.
Tras la clausura, ya por la tarde, nos trasladamos al monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos, que visitamos en compañía de su Abad mitrado don Lorenzo Maté Sadornil, y en el que tuvimos la oportunidad de asistir a la ceremonia de exposición y bendición del Santísimo Sacramento, un broche de oro como colofón a la cita anual de los cronistas oficiales de España, en esta ocasión compartida con los colegas mexicanos.
Quedamos impresionados de la protección, restauración y pulcritud observados en todos los monumentos y vías públicas de la ciudad de Burgos, así como del trato y atenciones recibidos de sus autoridades y habitantes, merecedores de los mayores elogios y eterna gratitud de nuestro colectivo.
