POR JUAN JOSÉ LAFORET HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (LAS PALMAS)
Un libro que es exponente de sus investigaciones, de sus constantes artículos periodísticos (la mayoría en CANARIAS7), organización de exposiciones, conferencias y jornadas de estudios sobre el personaje y esta isla.
Los días de la Navidad, con su carga emotiva de recuerdos, de esa memoria que es el escribano del alma (Aristóteles), de momentos para el recogimiento y la intimidad, son también muy propicios para la lectura, para refugiarse en las páginas de un libro, para encontrarse con esa reflexión imprescindible y tan poco frecuente en el devenir de los días de la vida cotidiana. Una mirada al interior de cada cual, a través de una ojeada a mundos muy diversos, pero quizá no tan distantes. Son libros que traen, o evocan, la presencia de ámbitos, situaciones, historias o leyendas, personajes, que conforman un mundo que, por el trajín al que la mayoría de las personas están sometidas habitualmente, suele pasar inadvertido, pese a que conformen nuestra realidad, y hasta nuestra identidad. Entre esas obras están las historias de personajes que dejaron una huella ineludible, que fueron muy significativos en épocas pasadas, pero que aún hoy, si se observan con detenimiento, marcan mucho de lo que constituye el presente de una sociedad o lugar determinado.
Estos días navideños en Gran Canaria pueden ser los más adecuados para la lectura, y la reflexión sobre él, de un libro dedicado a un personaje universal, pero que no sólo marcó la vida insular en los años finiseculares entre los siglos XIX y XX, sino que él mismo se convirtió en santo y seña, en exponente, de una tendencia cultural muy potente en la isla, la pasión por la música, contribuyendo a marcarla y reforzarla. Es una obra en la que su autor, el músico, profesor e investigador, Dionisio Rodríguez, a través de una selección de artículos suyos, pero también de una magnífica recopilación de fotografías e imágenes de documentos esenciales al asunto, evoca con eficacia, elegancia y gran atractivo, complementado todo ello con unas sugerentes y hermosas ilustraciones de Pablo Morales de los Ríos, y un elocuente prólogo del periodista Victoriano Suárez Álamo, que habla de «conocer el pasado para entender el presente», la figura del compositor Camille Saint-Saëns, cuya biografía no se entendería sin su presencia reiterada y su vinculación a Gran Canaria y sus gentes, tanto en los ámbitos musicales, como en otros que eran de su interés como la arqueología, la antropología, la astronomía o la pintura, junto con tradiciones locales como las fiestas del carnaval.
Un libro editado por la Fundación Blas Sánchez, dentro de la colección ‘Los Pilares de mi Pueblo’ con el nº 40, lo que recuerda que Dionisio Rodríguez, al igual que el célebre músico y guitarrista oriundo de Ingenio, fue profesor en el Conservatorio de París. Una obra que es también una magnífica evocación de la sociedad insular de aquellas décadas, a través de este célebre personaje universal, que veía buscando el descanso, apartado del ‘mundanal ruido’, tras graves acontecimientos y situaciones personales, además de una intensa y ajetreada vida profesional, pero que se vio muy involucrado en el seno de una sociedad que despertaba a la modernidad, que ambicionaba abrir sus puertas al progreso y al futuro, situarse como verdadera y neurálgica encrucijada entre continentes, en las corrientes de la globalización que entonces comenzaba a rodar con gran e ineludible fuerza. Tiempos en que el comercio, el turismo y la cultura internacional también comenzaban a asentarse en Gran Canaria. El propio Saint-Saëns no duda en colaborar, con una elocuente y sugestiva carta, en el número especial que ‘Diario de Las Palmas’ editó el 10 de junio de 1899 con motivo de la inauguración del alumbrado eléctrico de la capital grancanaria, que se tomó como hito de su modernización, junto con la gran obra del Puerto de La Luz.
Y es que, según señaló en un trabajo anterior Nicolás Díaz Saavedra (1985), Saint-Saëns, que había convertido en una costumbre el viajar a Gran Canaria, tras llegar al Puerto de La Luz por quinta vez, el 31 de diciembre de 1898, a tiempo para las celebraciones de fin de año, declaraba días después al grancanario diario ‘España’, entre otros pensamientos, que «Yo no sé lo que me atrae más en este país, si el encanto de su clima o el de sus habitantes» (6 enero 1899). Y es que, como resalta Dionisio Rodríguez en este libro, el «Dr. Chil y Naranjo, el obispo Cueto, los hermanos Agustín y Luis Millares, Aquilino García-Barba, José Batllori y Lorenzo, Diego Mesa de León, los músicos Bernardino Valle, Santiago Tejera y Fermina Enríquez, el violinista José Avellaneda, Jean Ladevéze, Fernando Inglott, Diego Ripoche Torrens, Fernando de León y Castillo, Luis Pipó-Conti, la Sociedad Filarmónica, el Ayuntamiento de Las Palmas, están entre muchos actores e instituciones canarias que tuvieron relación epistolar con el maestro»; una estrecha relación que le enraizó en el alma isleña, en el ser y sentir grancanario, algo que se aprecia en esta obra sobre su estancia en Gran Canaria, que puede ser una buena lectura en estas Navidades y en un magnífico regalo que obsequiar en estas fechas.
Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre Saínt-Saëns en Gran Canaria, a lo que aporta una magnífica, novedosa y completa aportación el trabajo de Dionisio Rodríguez. Un libro que es exponente de sus investigaciones, de sus constantes artículos periodísticos (la mayoría en CANARIAS7), organización de exposiciones, conferencias y jornadas de estudios sobre el personaje y esta isla. Pero ahora, en estos días, puede resultar muy significativo que el compositor francés arribara a la isla, casi siempre, cuando el frío apretaba en Europa, y si se ha comentado que disfrutaba mucho de los carnavales, también es seguro que disfrutó de las celebraciones navideñas insulares, de la música, los usos y costumbres de esos días, muy probablemente en las casas de las numerosas familias que se honraron con su amistad y visita -Domingo J. Navarro (1895) recordaba como eran costumbre entonces las constante visitas y las comidas en una y otra casa en la Navidad de entonces-. Así, es lógico que también se pueda hablar de unas Navidades isleñas de Camilo Saint-Saëns. Y que en las presentes disfrutemos de su recuerdo, de todo lo que significó y aportó a Gran Canaria, de lo que aún hoy pueda aportar, a través de la reflexión y el conocimiento que nos proporciona el libro de Dionisio Rodríguez, Camille ‘Saint-Saëns y Gran Canaria’ (2023), un agradable y entrañable regalo para esta Navidad isleña.