POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
El pasado 9 de enero del corriente se publicó la noticia sobre el Proyecto ampliación CV-35 entre Casinos y Losa del Obispo. Entre otras cosas aquel anuncio decía: « aprobado provisionalmente el proyecto de construcción de las obras Duplicación de calzada de la autovía CV-35 entre los PP.KK. 36+800 y 52+000. Casinos-Losa del Obispo».
Hace escasos días la prensa y los mismos municipios, se volvían a hacer eco de la noticia, pero esta vez, dando plazos y señalando la ejecución de las obras: «El tercer carril de la CV-35 desde La Pobla de Vallbona hasta Llíria será una realidad, con una fecha marcada en el calendario: La semana que viene comenzarán las obras «propiamente dichas» para ampliar una de las vías más transitadas de la provincia de València y una reivindicación de todos los ayuntamientos a cuyos términos municipales afectará esta ampliación. En concreto, se trata de La Pobla de Vallbona, Benissanó, Llíria, Casinos, Villar del Arzobispo y Losa del Obispo.»
Las obras han comenzado, en el asfalto ya se aprecian las rallas de colores blancas y amarillas, las señales de tráfico, desde que acaba el segundo carril, ya son una realidad. Pronto Casinos estará unido con la Serranía por una moderna autovía, que nos hará estar mejor conectados. Atrás quedo en 1992 ese lento paso por el interior de los pueblos que nos unían con Valencia, que desembocó en el año 2007 y 2008 en la autovía que hoy estamos disfrutando.
Las nuevas redes de carreteras y autovías han conseguido que nuestros pueblos ganen en condiciones de vida y por supuesto en el trasporte. Estamos todos más cerca. Ante este nuevo reto de la duplicación de la calzada, después de haber vivido este fin de semana, ese acontecimiento importante como es la Feria del Dulce Artesano, pienso y me pregunto en mi atrevida ignorancia, ¿es el momento de volver a poner a Casinos en el mundo? Es decir, ¿es el momento de crear, diseñar, descubrir unos caminos atractivos para hacer apetitosas las entradas a Casinos para que nadie pase de largo?
Recuerdo que cuando se hablaba de que la Autovía llegara a Casinos, hubieron vecinos que pedían un alumbrado nuevo para que Casinos se viera de lejos, en otro momento se pensó hacer rotondas y poner las piedras de moler las aceitunas en la almazara, como ese testigo histórico de la cultura del aceite de Casinos, pero los puentes elevados y las rotondas apartadas dejaron aquellas ideas en proyectos.
Quizás sea el momento de plantearnos hacer el «Monumento a la Peladilla, o la Pastilla del Turrón», quizás sea la hora de valorar la necesidad de que entren más vehículos a Casinos, quizás sea un sueño utópico, pero si no queremos que los vehículos pasen de largo, ante este reto del progreso, con toda seguridad será el momento de redescubrirnos.
Debemos ser conscientes y muchos de nosotros, lo mantenemos en el recuerdo que Casinos, era la primera parada de cazadores en tiempos de caza, la parada de aprovisionamiento de dulces en todas las épocas del año, los coches de la Chelvana eran el mejor vehículo para exportar nuestro dulces, y aquella desparecida Carretera Comarcal 234, fue portada de periódicos, o de notas de referencia en la Revista «La Codorniz» a principio de los años 1950. Casinos, es la villa más dulce del mundo, siempre ha tenido un gran potencial en su comercio, la buena fama de nuestros productos agrícolas, nos han hecho acreedores de inmejorables piropos que se han reflejado en la buena comercialización de nuestra agricultura.
Hoy corremos el riesgo, como muchos pueblos, que la velocidad nos aparte del camino, aunque nos una con el resto del mundo, pero es el momento de reivindicarnos como pueblo y de mantener el alto merito que la historia y la fama avalan el dulce nombre de Casinos.
Es el sueño ambicioso de un casinense, que sigue creyendo en Casinos y la bondad de sus gentes. Igual estos pensamientos, esbozan alguna fantástica sonrisa, pero no olvidemos que somos la Villa más dulce del mundo.