POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
El otro día les hablé de hacer la colada.
Hoy le toca el turno a los JABONES CASEROS y al LAVADO de ropas y de cuerpos.
He aquí otra de mis preguntas de examen, que luego dieron en llamarse «controles»:
.- ¿Por qué cuando te bañas el 1 y el 15 de cada mes haces pompas con el agua jabonosa y al vaciar la bañera observas un cerco de suciedad en sus paredes?
Hubo respuestas curiosísimas, tales como:
.-Yo me baño todos los días
.- Yo me ducho a diario, y sólo me baño en la playa.
.- Yo las pompas las hacía de pequeño con un líquido que se vendía en la feria y soplabas y salían pompas molestando a la gente.
¡Qué cosas!
El «profe» explicando el tema de grasas y jabones y solamente unos pocos alumnos se enteraron de la realidad de su acción emulsionante y tensioactiva.
Aprovecho ahora la ocasión para explicarlo.
Las GRASAS son ésteres consecuencia de la reacción de un ácido orgánico de muchos carbonos (como el oleico, el palmítico o el esteárico) con la glicerina (propanpotriol).
Cada uno de los 3 grupos OH de la molécula de glicerina reacciona con una molécula de ácido; de ahí que una molécula de grasa contenga 3 radicales ácido.
Si una grasa se trata con un hidróxido alcalino fuerte se originan, por cada molécula de grasa, tres moléculas de la sal alcalina correspondiente (R-COONa, o R-COOK). y liberando la glicerina de origen.
Por ejemplo:
.- La oleína (trioleato de glicerina) , tratada con hidróxido de sodio, origina oleato de sodio y libera glicerina
.- La palmitina (tripalmitato de glicerina), tratada con hidróxido de potasio, origina palmitato de potasio y glicerina.
Pues bien, esas sales sódicas o potásicas de ácidos grasos superiores son los llamados JABONES.
Y, ¿por qué los jabones son agentes eficaces de limpieza?
Por un lado son emulsionantes. Es decir, son capaces de disgregar las partículas de suciedad y de grasa en partículas muy pequeñas que pueden mezclarse muy bien con el agua y ser arrastradas por ella. Este proceso de disgregación se ve favorecido si la mezcla se complementa con una agitación mecánica a mano o a máquina.
Por otro lado, el agua jabonosa es tensioactiva con una tensión superficial alta. Tanto que es capaz de formar una película que no se rompe cuando se la sopla (formación de pompas).
Si esa película superficial «se rompe» arrastra hacia el exterior las partículas que lleva flotando en la espuma y se depositan en las paredes del recipiente.-
Bueno, bueno, bueno…
Antaño las lavadoras eran «de mano». Las mujeres iban al lavadero o al río con la ropa en un barreño de cinc, que en Asturias llamamos BARCAL, y en él la enjabonaban ayudándose de la tabla de lavar para facilitar la disgregación de partículas de suciedad.
Después venía el «aclarado» en el agua del lavadero o del río.
¿Y el jabón?
Pues, al igual que la lejía de ceniza, el jabón se fabricaba en CASA.
Bastaba para ello tratar alguna grasa no comestible (por ejemplo, aceite de refritos, sebos de cerdo o de vacuno…) con un álcali (hidróxido de sodio o de potasio).
Les ofrezco una de las muchas fórmulas tradicionales:
Disuelvan en 2,5 litros de agua unos 500 g de sosa (NaOH). Han de tener mucha precaución porque el proceso es muy exotérmico y la sosa es muy agresiva. Usen guantes y gafas protectoras.
Dejen enfriar la mezcla y cuando esté templada (sobre 40º C) añadan 2,5 litros de aceite usado (previamente colado) y si lo desean virgen, mejor que mejor. Se aconseja añadir un poco de sal de cocina para favorecer la saponificación.
Remuevan constantemente siempre en el mismo sentido (al «mismu sen», decimos en Asturias) hasta que se forme una masa pastosa que flota en el líquido. Esa masa es el JABÓN.
Viertan la masa en los moldes que tengan preparados y déjenla reposar hasta que endurezca.
Ya está el jabón listo para usar como agente de limpieza.
Ahora ya no hay barcales de cinc, ni jabones caseros, ni tablas de lavar… Los detergentes «de múltiple acción blanqueadora», las torres de ducha inteligentes y esos anuncios «indescifrables» de jabones de tocador y de perfumes desterraron al olvido lo que antaño fue presencia de vida.
Estas fotos, encontradas en Internet, nos testimonian lo que fue y ya no es: el BARCAL para lavar y el BARCAL como bañera.
¿Y saben otra cosa?
Ese barcal también servía para hacer el amasado para el mondongo de morcillas y de chorizos.
Es decir, era un recipiente de USOS MÚLTIPLES.