POR APULEYO DOTO PAJARES, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
La primera, la Biblia, que es el libro de los libros: El libro del Génesis, por el misterio de la creación que nunca comprenderemos a pesar de Darwin; el libro de Job, por la enseñanza de la paciencia infinita; el libro de los Salmos, para hacer un cántico a la lucha por la vida; el libro del Éxodo, por el ánsia ínsita de la liberación en todos nosotros, que somos transeúntes y emigrantes en busca de no sabemos qué que nos salve; el libro de los Profetas y los Reyes, para orientarnos en el camino; el libro del Cantar de los Cantares, porque no hay más bello himno al amor de los amores…Y los Números, y el Deuteronomio, y los Evangelios, y las Epístolas, y los Hechos de los Apóstoles, con sus lenguas de fuego… ¡Cuántos escritores se han forjado leyendo esos textos brillantes y estremecedores! Citemos solo dos cumbres: Walt Whitman, el del “Canto a mí mismo”, y Fiodor Dostoievski, el de “Crimen y castigo”, “Los hermanos Karamazov” y “Memorias de la casa muerta”.
¿Quién no los ha leído? ¿Quién no los va a leer y releer? Hacedlo ahora.
Después de la Biblia, hay otros pocos pero doctos libros que quiero recomendar para estos días de silencio, pasión y resurrección. Apunten: “Vida de Samuel Jhonson”, la sabiduría hecha consejo práctico, de editorial El Acantilado; “No me cogeréis vivo”, de Arturo Pérez Reverte, en Punto de Lectura, para discernir lo que nos pasa en este país convulso de falta de Educación; “Carta a mi mujer”, de Francisco Umbral (Planeta), de una belleza estilística sublime y muy poética; “El color de España”, del converso Gilbert K. Chesterton (ediciones Espuela de Plata), donde el verbo polémico del autor relumbra con especial agudeza e ironía en búsqueda de la verdad a través de la paradoja; “La piel de los tomates”, de nuestro inefable Cervantes castellano José Jiménez Lozano (Encuentro Ediciones), conjunto de cuentos en los que se aprende a ver y mirar la profundidad y sorpresa de las
cosas sencillas, elementales, con las que nos tropezamos a diario y a las que el abulense amanuense sabe hacer relucir de manera portentosa, y “Espronceda, obra completa”, en Avrea Catedra, por su novela de Cuéllar.
Para los niños, todos los libros que pidan, que ellos saben elegir, desde “Harry Potter” hasta “Pepín Pepino”, y perdonen la inmodestia. ¡Buenos días y buena suerte, con un libro en las manos!