POR SILVESTRE DE LA CALLE GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE GUIJO DE SANTA BÁRBARA (CÁCERES)
Leire Amundarain Ganadutegia es un claro ejemplo de mujer rural de esas que están hechas de otra pasta.
Residente en Orozko (Bizkaia), ha estado durante muchos años al frente de una explotación ganadera dedicada fundamentalmente a la cría de ganado bovino de raza Pirenaica además de contar con un pequeño rebaño de cabras de raza Azpigorri aunque de estas se encargaba fundamentalmente uno de sus hijos.
Actualmente, por diversas circunstancias, Leire no es ganadera pero al haberlo sigo durante años y ser una de las principales lectoras y colaboradoras del blog, merece un artículo en EL CUADERNO DE SILVESTRE.
Antes de nada, conozcamos un poco las dos razas criadas en la explotación de Leire.
La PIRENAICA, no confundir con la raza caprina homónima, es una raza bovina de perfil recto, tamaño medio a grande, proporciones alargadas, encornaduras muy desarrolladas en forma de gancho corto o media luna en los machos y en forma de gancho abierto o lira en las hembras y coloración variable entre el albahío o rubio claro (zuri) y el rubio oscuro (gorri).
Autóctona fundamentalmente de Navarra y Euskadi, la Pirenaica fue criada en el pasado por su triple aptitud trabajo-carne-leche, estando a punto de desaparecer debido al cruzamiento indiscriminado con sementales de la antigua raza Parda Alpina.
Gracias al gran trabajo realizado por los ganaderos desde los años 70 y 80 del pasado siglo, hoy en día la Pirenaica es una de las razas bovinas más apreciadas y numerosas de la península Ibérica, dedicándose a la producción de carne de calidad en medios difíciles, fundamentalmente en zonas montañosas aunque estamos ante una raza rústica y sumamente adaptable.
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