Hoy sábado, 4 de junio de 2022, día primaveral con presagios de lluvia y tormentas, Día Internacional de la Sidra, y festividad (según Pérez Zuñiga en «Cocina Económica», 1920) de los Santos Clare’s y Metrofanes, COLUNGA (Asturias) celebra su tradicional Concurso de Ganado Vacuno reuniendo en un sólo acto lo que antaño correspondía a dos : la Feria de Mayo y el Certamen de Julio, en fiestas de Loreto.

En la convocatoria de este año se espera la presencia de más de un centenar de reses propias de nuestras razas : asturiana de los valles, asturiana de montaña, frisona y suiza.

Este Concurso tendrá lugar en la explanada de «La Posesión».

Y ya se sabe : si hay feria, si hay «mercau», si hay fiesta o «entierru», no pueden faltar «entraes y salides» traducidas en unos vasinos de vino, unos culinos (no digan culines) de sidra, y unos pinchinos a media mañana ( tentempié, piscolabis..) «pa furnir» el cuerpo y el ánimo. En Colunga, a ese «ceremonial» se le llama «TOMAR LES ONCE».

Bueno, bueno, bueno…

Y como siempre decimos : «si hay fiesta hay misa y si hay misa, hay mesa». Y añadimos ahora : si hay mesa, hay dulceria casera (natillas, flanes, tartas, brazo de gitano, arroz con leche, casadielles, ROSQUILLES DE ANIS…)

En Madrid, por ejemplo, son famosas en la verbena de San Isidro, las ROSQUILLAS DE LA TÍA JAVIERA , una señora de Villarejo de Salvanes , en el siglo XIX, cuya fórmula reveló al padre de don Jacinto Benavente cuando ejerció su profesión de médico en ese lugar.

En Asturias son tradicionales, en plan casero, «Les ROSQUILLES DE ANIS» elaboradas con huevos, azucar, aceite o mantequilla, harina de trigo, y finalmente cocidas en horno o fritas en aceite. Cada comarca, cada pueblo y hasta cada familia tiene su «receta de rosquilles» y si alguien la pide te dicen : «! Ay, fiu,!. Fagoles con lo de tou el mundu y mido les cantidades a gueyu».

Clarisimo y perfectamente explicado.

Nosotros – milagro de Santa Ursula, titular de la parroquia colunguesa de Carrandi- tuvimos la suerte de conocer la fórmula cierta y verdadera de » unes ROSQUILLES de casa».

Les cuento la historia.

El se llamaba PEPIN y gozaba fama de. «iguador» de huesos. INDALECIA , experta cocinera, era su esposa y vivían en «Les Pedroses».

Una vecina de ese matrimonio, ALBINA, caso con ALFREDO, y explotaban en «La Moruca » un pequeño «bar de pueblu» en el que, en días de fiesta, no faltaban «Les ROSQUILLES de Indalecia».

Y hoy, pasados muchos años, un bisnieto de Indalecia y nieto de ALBINA, con esa fórmula familiar de rosquillas, elabora «unes BOLLINES» en cierto modo similares a los «huesos de san Expedito».

! Ah! Se me olvidaba. Ese nieto de Albina «la de La Moruca» se llama ALFREDO, vive en Gijon y es buen amigo. He aquí su fórmula :

1.- Mezclar, batiendo bien pero suavemente, 2 huevos (se entiende clara y yema), 1 vaso pequeño de aceite de girasol, 1 vaso de azúcar, 1 copa de anis, 1 cucharada de bicarbonato sódico (hidrógenocarbonato de sodio) y 1 sobre de levadurina Royal.

2. – Agregar harina de trigo poco a poco e ir amasando hasta lograr una masa suave, homogénea, compacta y moldeable.

3.- Moldear las bollinas y freírlas en aceite. Espolvorear con azúcar.

FUENTE: https://www.facebook.com/LesHistoriesdeFidalgo