POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS).
CORRER LOS GALLOS es costumbre muy antigua -posiblemente medieval- para que la mocedad de los pueblos celebrase con extraño jolgorio alguna festividad interesante (fiestas patronales, sorteo «de quintos» , despedida o llegada de algún personaje célebre…). Actividad lúdica y un tanto salvaje y cruenta que tenía su exponente más representativo durante los CARNAVALES.
Primera pregunta : ¿Por qué «los gallos»?
Hay tres respuestas a esta cuestión :
1.- El gallo , altanero y galán del gallinero, es considerado como símbolo del apetito sexual , de lujuria, de excesos «carnales» . Y eso merece CASTIGO.
2.- El Evangelio , al narrar la Pasión y Muerte de Jesús de Nazaret, nos cuenta que el propio Jesús advirtió a Pedro que durante tres veces negaría el conocerle y que a la terceras negativa en ese momento cantaría un gallo («et statim gallus cantavit ) como así sucedió. El gallo, en consecuencia, es anuncio de traición y merece CASTIGO.
3.- Durante los carnavales , días de abundosa comida, se sacrifican muchas gallinas y al quedar «viudos» muchos gallos conviene que ellos también acompañen en el SACRIFICIO a sus amadas.-
Segunda pregunta :
¿Qué CASTIGO se imponía a los gallos?
También son tres las respuestas a esta cuestión .
1.- El gallo , vivo, se ataba a una cuerda cabeza abajo ; es decir, se ataba por las patas. La cuerda estaba sostenida a una cierta altura y los mozos, con los ojos vendados y provistos de una estaca, daban «palos al aire» hasta que alguno acertaba y decapitaba al gallo. Ese sería su premio.
2.- El gallo, igual que en el caso anterior pero con la cuerda a más altura , era decapitado por mozos que , también con palos o espadas, corrían a caballo.
¡Vaya! . Como las festivas «carreras de cintas», pero con gallo vivo
3.- En esta modalidad el gallo , vivo, se enterraba dejando libre su pescuezo y cabeza. Los mozos con ojos vendados , como si fuera a»la pita ciega» corrian dando estacazos al suelo hasta que alguno acertaba y decapitaba al pobre animal. Como en los otros casos, el gallo era su premio.-
Bueno, bueno, bueno…
Esta costumbre ancestral y , como ven, un tanto «salvaje» , muy extendida en pueblos «de pasado el monte» ; es decir, de «más allá del Pajares» , fue importada a algunas comarcas asturianas posiblemente por ese trasvase cultural que supuso el nomadismo y el laboreo en tierras castellanas, extremeñas, manchegas, etc. O quizá, y así me lo confirmó algún profesor, como «iniciativa festiva» de algún docente originario de aquellas tierras.
En COLUNGA , concretamente en la PARROQUIA DE CARRANDI, en la falda norte del Sueve, la tradición de CORRER LOS GALLOS estuvo muy asentada entre las gentes y actuyalmente, tras un breve intento de recuperación, se ha perdido.
El «juego» , digámoslo así, era mucho más «humano» y no menos divertido. Seguía este proceso :
El maestro, en su escuela, motivaba a los niños para que en plan limosnero solicitasen al vecindario un donativo (en dinero) para comprar uno o varios gallos. Con ello se compraban los animales que iban a ser corridos el DOMINGO DE CARNAVAL. Suceso que se conocía como «correr l´antroxu».-
Ese día de «Domingo el Gordo» y tras la lectura del «verso-pregón » Con la licencia de Dios
y la del señor alcalde,
vamos a correr los gallos
en sin metenos con naide»
se procedía a soltar el o los gallos en un prado cercado y los niños, corriendo tras ellos y logrando evitar sus picotazos, iban a su captura.
Niño que cogía un gallo… ¡para él!
¡Oiga! Y , ¿qué futuro le aguardaba al animalito?
Pues, ¡hombre, sí! , eso que ustedes sospechan..- El pobre bicho, ya en casa, y con todas las precauciones, era «dignamente sacrificado» para , en días siguientes y antes del miércoles de ceniza, guisar un riquísimo ARROZ CON PITU DE CALEYA , que nunca viene mal para entrar en los días penitenciales de la Cuaresma.
En Colunga, amigos míos, somo (éramos) así. Y en Carrandi ya no hay escuela (queda el edificio con otros destinos) ni maestros y no se si habrá hasta gallos «pa correlos en el prau».
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